Las primeras generaciones del Eje Cafetero, en buen número, nos formamos en esa rebeldía altiva que siempre predicó Federico Nietzche en sus prodigiosos libros, entre ellos la vibrante obra denominada “Así hablaba Zaratustra” donde expresa: “¿Decía que crecía en Zaratustra? Pero que importa Zaratustra. Vosotros sois mis creyentes; pero que importan todos los creyentes. Ahora os mando que me perdéis y que os encontráis a vosotros mismos; y sólo cuando hayáis renegado de mí, volveré a vosotros”.
Y así sucedió con las juventudes del Eje Cafetero en relación con los conductores de Manizales en los 50’s. y en los 60’s.
La fortaleza y el espíritu dominante de caudillos como Alzate Avendaño, Silvio Villegas y Londoño y Londoño, lo absorbían todo. Eran los dirigentes vitalicios, los senadores y los dueños de todas las dignidades. Ministerios, embajadas, gerencia de la Federación de Cafeteros y todo lo que tuviere brillo y jerarquía.
Fuimos como un David, frente a los gigantes. Con dignidad criticamos el centralismo político, administrativo y financiero. A ciertas figuras se ven enormes, si se continúa mirándolas de rodillas. Si nos erguimos con decoro y entereza, para exigir autonomía, como departamentos independientes, lograremos escenarios poderosos para triunfar. Que las águilas dejen cantar a los pajaritos. Y como Dios impulsa las luchas justas, logramos las más históricas de las victorias en el Congreso. Ya como departamentos, Quindío y Risaralda, llegamos a las altas cortes, al Capitolio, al gobierno nacional y a las más codiciadas posiciones, con talento, coraje y honestidad.
Entre los grandes argumentos sostuvimos: si la riqueza de un pueblo está en el sector rural y si la provincia son todas sus potencialidades financieras, es anterior y superior a las metrópolis, lo justo es darle prioridad y jerarquía al campo. Tiene más trascendencia el que produce la abundancia, que quien la consume.
El solo hecho de producir el Quindío y Risaralda el café más suave del mundo, origen hasta hace poco de la mayor cantidad de divisas que recibía Colombia, prueba la alta importancia de estas zonas, después de los extensos y ricos pueblos antioqueño y vallecaucano.
El Quindío y Risaralda están en la delantera de los 32 departamentos del país. Los nuevos gobernadores son: del Quindío, Dr. José Miguel Galvis, y de Risaralda Dr. Juan D. Patiño; el alcalde de Armenia, el Dr. James Padilla García y de Pereira el Dr. Mauricio Salazar. Ellos, al ejecutar los ambiciosos proyectos que defienden, mantendrán la pujanza ejemplar de estas secciones claves de Colombia. Entre tanto en Córdoba, actuará como alcalde el Dr. Andrés Valencia. En este municipio nací y sabemos del impulso que le imprimirá este nuevo mandatario.
Como expresó Kennedy no hay que preguntar qué puede hacer por uno la región, si no qué podemos hacer por la patria chica. En el Eje Cafetero afirmamos: “hago para que hagas, construyo para que construyamos y todos para todos”