Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 15 de Agosto de 2015

“Las presentes líneas son una introducción”

SAGITARIO

Requisitos

 

CONVIENE  revisar, de vez en cuando, Las Piezas delRompecabezas. Desigualdad, pobreza y crecimiento (Taurus, Bogotá, 2005), de Armando Montenegro y Rafael Rivas, para examinar la problemática económica y social de Colombia y meditar acerca de las posibles soluciones y su evolución. El subtítulo muestra la concentración del estudio; en lo primero (desigualdad) se tiene un lugar destacado  en América Latina y a nivel mundial y el régimen presidencial actual tiene sumo interés en enfrentar la extrema pobreza y, por ende, la pobreza, lo cual parece un punto de partida acertado, según se verá. Es claro que los elementos del trío tienen interrelación.

Como es usual, suelen plantearse condiciones apriorísticas y las indicadas por los autores traen a la mente los rasgos de la Sociedad Occidental acorde con el historiador Samuel P. Huntington, según se expuso en el artículo “Antesala” (abril 25): democracia, libre empresa, derechos humanos, prohibir armas de destrucción masiva, igualdad ante la ley, validez de los contratos, competencia en los mercados, propiedad privada, libre opinión y elección y tolerancia religiosa;  es un arranque lógico, aunque se considere a Latinoamérica una civilización independiente sería, de todas maneras, “emparentada”. Los autores añaden  requisitos adicionales y conocidos para el progreso: mercado de capitales, globalización, capital físico y “humano”, educación, estabilidad macroeconómica, productividad (eficiencia con que se usen los factores productivos), conocimiento, ciencia, tecnología, innovación, seguridad, igualdad de oportunidades, ahorro e inversión.

Se observan aspectos curiosos sean o no anotados por los autores y se citan varios casos: en sociedades distintas a la Occidental, el crecimiento no siempre se relaciona con democracia y así ocurrió en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se cumple en China y la Federación de Rusia. Además no se comprueba que llegue a equipararse el ingreso per cápita entre las naciones avanzadas y en desarrollo. Montenegro y Rivas consideran inconveniente el desarrollo basado en el petróleo, sugieren que lo sea en actividades productivas y el criterio luce razonable.

El tema del “capital humano” se ha tratado en esta columna de modo implícito: es base de tendencia reciente de la economía de la educación y de las tasas de rendimiento de la inversión en educación referidas por quien escribe en escritos previos. Las presentes líneas son una introducción y el análisis continuará.