La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) formalizó la compra de 33.600 unidades de asistencia humanitaria alimentaria y no alimentaria, destinadas a más de 8.400 personas del municipio de San Benito Abad, Sucre.
Además, se adquirieron más de 111 unidades de materiales para beneficiar a los municipios de Ayapel, San Jacinto del Cauca, Majagual y Guaranda.
Más de 8.000 personas, inscritas en el Registro Único de Damnificados (RUD) por parte de la alcaldía municipal, comenzarán a recibir los kits en los próximos días.
“El compromiso de la UNGRD y del presidente Gustavo Petro con la subregión de La Mojana es inquebrantable. Hoy hemos firmado la orden de proveeduría para entregar ayudas humanitarias a cerca de 8.000 personas en el municipio de San Benito Abad, Sucre. También hemos firmado órdenes para adquirir el banco de materiales que beneficiará a cuatro municipios de esta zona del país: Ayapel, San Jacinto del Cauca, Majagual y Guaranda”, afirmó Carlos Carrillo Arenas, director general de la UNGRD.
La inversión de la UNGRD, que supera los $2.660 millones, está distribuida de la siguiente manera: San Benito de Abad ($1.553.440.000), San Jacinto del Cauca ($414.246.000), Majagual ($253.457.000), Ayapel ($251.160.000) y Guaranda ($193.240.000).
Dique de La Mojana:
En la región de La Mojana, Colombia, se ha producido una serie de inundaciones devastadoras debido al colapso del dique Caregato, que ha afectado a miles de familias. Este dique, que se construyó para contener las aguas del río Cauca, se rompió nuevamente el 6 de mayo de 2024, tras intensas lluvias que provocaron el desbordamiento del río. Como resultado, se estima que miles de personas han quedado damnificadas, y la situación ha sido descrita como una "pesadilla" por las autoridades locales.
La Mojana es una ecorregión que abarca varios departamentos, incluyendo Bolívar, Antioquia, Sucre y Córdoba, y es conocida por su terreno fértil y su dependencia del agua de los ríos. Sin embargo, la recurrente ruptura del dique y las inundaciones han llevado a un llamado urgente de las comunidades para encontrar soluciones definitivas que no solo incluyan el cierre del dique, sino también una intervención más amplia en el territorio.