Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 17 de Octubre de 2015

Alcaldía

Se prefiere a Rafael Pardo para alcalde de Bogotá y se explica por qué no se opta por sus oponentes principales: Enrique Peñalosa, Clara López y Pacho Santos. El punto de arranque es la consideración de partidos políticos, se cree que el progreso de un país requiere dicha institución y se lamenta el vicio que los caracteriza en Colombia: el clientelismo; este rasgo  cambiará en el largo plazo como consecuencia del desarrollo económico y cultural. Luego viene el líder y debe existir relación entre ambos conceptos; en Peñalosa no se observa el vínculo y, al mirar su pasado, tuvo nexo con el liberalismo y los verdes, o sea, su actitud es inestable y no le asigna al partidismo la posición y rasgos deseables. Es un caudillo, tal figura no es conveniente y ha perjudicado a Colombia desde el siglo XIX. Se tiene inclinación por el partido liberal por figuras como Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo y su interés en la reforma agraria que es fundamental para la paz interna.

Clara López integra una agrupación política de gestión deficiente en Bogotá y, pese a sus positivas cualidades personales, ejecutivas y profesionales, influye la responsabilidad política. Lo anterior pese a la simpatía personal por el socialismo -permitida por Rafael Uribe Uribe- variante existente en los países avanzados de Europa Occidental y se aprecia el texto de Eduardo Verano de la Rosa y Hubert Ariza (compiladores), La Socialdemocracia. Un camino paraColombia. Memorias del XXI Congreso de la Internacional Socialista (Partido Liberal Colombiano, Bogotá 2000). Pacho Santos forma parte de otra agrupación política que gira en torno del caudillismo, ejercicio de la oposición a ultranza y objeciones acentuadas sobre la consecución de la paz interna.

Se respaldó a Pardo para la Presidencia de la República por razones vigentes: versación en economía, experiencia exitosa en trato del conflicto interno armado y capacidad de deducir conclusiones y traducirla en textos: a) De Primera Mano. Colombia 1986-1994: entre conflictos y esperanzas (Editorial Norma, Bogotá, 1996) y b) La Historia de las Guerras (Ediciones B Colombia, Bogotá, 2004); está en mora de producir otras obras. Agradó su enfoque ecuánime en la campaña y se destaca su iniciativa en declarar que continuaría lo positivo en la labor del alcalde saliente, lo cual evitará “elefantes blancos”.