Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 11 de Junio de 2016

SAGITARIO

OCDE

 

Se respalda el vínculo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) por sus finalidades y la vigencia  de la corrupción y el clientelismo en el país: es un club de “buenas costumbres y prácticas”, los cambios requeridos para la adhesión comienzan a verse, por ejemplo, medidas para el mantenimiento de la competencia en los mercados.  El cese significativo del clientelismo coincidirá con fase  avanzada del desarrollo económico, social y cultural y algo similar ocurriría con la deshonestidad, según se deduce de La Pobreza de las Naciones (Editorial Ariel, Barcelona, 1974) de Gunnar Myrdal.

Mauricio Cárdenas, Ministro de Hacienda y Crédito Público, expone áreas en que se requiere progreso respecto al ingreso a la OCDE (El Nuevo Siglo, abril 8): educación, pensiones, impuestos y laborales. El primer frente registró avance formidable al constituirse en la primera prioridad en programación presupuestal del Gobierno Nacional, falta la discusión respecto a los temas segundo y tercero y la informalidad es crucial en relación al último. 

El Ministro no comenta un probable obstáculo: el gasto en ciencia, tecnología e innovación (CTI), cuya magnitud respecto al PIB es demasiado baja en Colombia. Quien escribe trató el asunto en dos fases y la inicial apareció en Factores Endógenos para una Planificación Eficiente (Asociación Democrática Colombiana, Bogotá, 1976) en que con base en la experiencia laboral en el Departamento Nacional de Planeación (DNP), Colciencias y Comestibles La Rosa se formularon criterios aplicables a la naciente evolución de la planificación en Telecom. La segunda etapa  corresponde a “Reordenamiento  Institucional de la Ciencia y la Tecnología” (Revista ANDI, Medellín, No. 37, 1978) donde, con mayor amplitud, se plantea la transformación de Colciencias en ente financiero, la creación de un Departamento Administrativo de CTI con sus rasgos y entre ellos compartir la elaboración del presupuesto del Gobierno Nacional con el Ministerio de Hacienda y el DNP  y la conveniencia de establecer la balanza de pagos tecnológica con esta idea en mente: la tecnología importada debería contribuir a  la fundación  de la CTI doméstica a través de un recargo a los gravámenes aduaneros.

Todo esto se planteó con más de treinta años de anticipación a la conversión realizada de Colciencias en 2009 que no coincide del todo con la resumida, en último análisis, en estas líneas.