Henry Bradford Sicard | El Nuevo Siglo
Jueves, 21 de Mayo de 2015

PRONÓSTICO DE CRECIMIENTO

Impactos en la economía

HACE  tan solo pocos días conocimos un dato sobre el pronóstico de crecimiento económico esperado en nuestro país para el presente año: la reducción por parte del Banco de la República de un 3.6 por ciento proyectado a principio del año, a tan solo un 3.2 por ciento, según lo expresó su gerente, José Darío Uribe, durante la presentación del primer informe de inflación del año 2015.

Varias razones llevaron al Banco a realizar esta reducción, destacándose entre éstas los niveles del precio del petróleo y la dinámica de los mercados internacionales, principalmente Estados Unidos, Europa y algunos países asiáticos con los que tenemos relaciones comerciales. Con respecto de Estados Unidos, recordemos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo la previsión de crecimiento de este país a 3.1 por ciento, desde el anterior 3.6 que había sido proyectado en enero; este dato ha generado que los analistas y bancos centrales hayan tenido que revisar el impacto en sus propias economías. Estados Unidos tiene la economía más importante y potente del mundo, con un Producto Interno Bruto cercano a los 18.000.000 millones de dólares. Para el caso colombiano, este país ha sido un socio tradicional y estratégico, tanto a nivel político como comercial, constituyéndose en el aliado comercial más importante para nuestro país. Los principales productos de exportación hacia Estados Unidos son petróleo, carbón, café, banano, flores y los de importación son maquinaria, productos derivados del petróleo, productos químicos y vehículos. Esta dependencia hace que nuestro desempeño económico dependa en gran medida de la salud de su economía.

La reciente información ha generado muchos comentarios de analistas nacionales e internacionales, que abarcan proyecciones para nuestro país que van desde niveles inferiores al 3 por ciento de crecimiento hasta algunos más optimistas que lo sitúan por encima del 3.5 por ciento; incluso del mismo Gobierno se pronunció y puntualizó que esperan un crecimiento de alrededor del 3.5. Precisamente, el Presidente indicó que los proyectos que ya están en marcha y financiados, tanto de vivienda como de infraestructura, serán los que jalonarán nuestra economía. Estos dos sectores son buenos generadores de empleo y de crecimiento; sin embargo, debemos seguir muy de cerca lo que ocurra con la economía americana y la de algunos países latinoamericanos que son nuestros principales socios comerciales.

Aunque estos proyectos pueden ser una alternativa para mitigar el riesgo grande de desaceleración, cada vez se hace más evidente que el optimismo generalizado que tenían los diferentes actores del sector productivo hasta hace un tiempo, ha venido disminuyendo; la percepción entre los industriales y diversos líderes empresariales es la de una economía cansada, con menores perspectivas de crecimiento, en donde ellos deben buscar nuevas alternativas para poder desarrollar mejor sus procesos, integrando mejor las cadenas de valor. Considero que es una oportunidad para buscar la diversificación de productos, de proveedores y de mercados; en la medida en la que nuestras empresas logren reducir la dependencia de unos pocos mercados, pocos clientes y/o pocos proveedores, se podrán mitigar mejor los golpes que se presentan por movimientos adversos de los mercados.