Ver a mi hijo con su niña entre sus brazos colma de felicidad todos mis sentidos.
Bienvenida a la vida, mi pequeña. Te he esperado desde siempre, desde que jugaba con muñecas siendo niña ya pensaba en ti. Cuando acaricie por primera vez a mis hijos acunados en mis brazos, ya imaginaba cómo serían mis nietos. Tú has estado siempre presente en mi universo como una hermosa estrella alumbrando mi futuro.
Hoy han florecido todos los cerezos y el mundo se ha vestido con sus flores para darte la bienvenida. Hoy es más suave la briza que mece a las abejas, y sus panales se han llenado de miel porque tú estás en el jardín de nuestra historia. Nuestra familia se siente completa con tu presencia. Eres el milagro, la sonrisa, la esperanza que traen tu piel de durazno, tus manos delicadas amapolas, tu boquita.
En tus pequeños ojos curiosos, puedo ver un universo de posibilidades esperando florecer.
Eres un regalo de Año Nuevo único, incomparable, una luz que iluminar mis años tardíos y completará a nuestra hermosa familia. Tan pequeña y frágil, pero ya tan poderosa al llenar cada rincón de amor y esperanza.
Escribo estas palabras cabalgando emocionada sobre las brillantes nubes de tu primer atardecer, magnifica paleta de colores. Te doy la bienvenida a este mundo maravilloso que nunca dejará de sorprenderte.
El mundo que ahora te recibe es inmenso y fascinante, lleno de colores, sonidos y experiencias que descubrirás a tu propio ritmo de la mano de tus padres. Habrá días soleados de alegría y también días grises que te enseñarán lecciones importantes. En este viaje de la vida, encontrarás desafíos y momentos de incertidumbre, pero quiero que sepas que dentro de ti hay una fuerza y una honestidad que te guiarán siempre. Además, nunca estarás sola. Tienes unos padres maravillosos que te aman profundamente, tíos y primos excelentes y leales, una familia que te apoyará en todo momento y un círculo de amor que siempre te acompañará, pase lo que pase.
Espero tus primeras sonrisas, tus pasos titubeantes, tus carcajadas pícaras y contagiosas. Estoy ansiosa por conocer tu personalidad única, por descubrir qué cosas despiertan tu curiosidad y qué sueños llenarán tu corazón. En cada abrazo, en cada consejo, y en cada instante a tu lado, mi amor estará presente. Mi vida es más rica y plena porque tú, Lucas tu primo y mis dos amados hijos existen. Haré todo lo posible para ser una abuelita que te inspire y te haga sentir siempre querida y valorada.
Te prometo estar para ti hasta que mi vida se apague. Te enseñaré a rezar como aprendí de mis padres. Seré quien te cuente historias sobre tus raíces, quien te hable en español, nuestra amada lengua. Te haré dormir leyéndote poesía como lo hacía mi padre conmigo. Te enseñaré a disfrutar de las cosas simples de la vida, como la belleza de las orquídeas, tal como me enseño mi madre, tu bisabuela. Juntas remontaremos las montañas andinas como lo hacen los cóndores y caminaremos por la ruta plateada que pinta la luna llena sobre el mar tranquilo. Ante todo, quiero enseñarte a amar a Colombia.
¡Feliz 2025!