Desde hace 40 años se dio la desafortunada exclusión del pensum educativo de la asignatura historia, mediante el decreto 1002 del 24 de abril de 1984, expedido por el presidente Belisario Betancur como política de su Plan de Desarrollo, "Cambio con Equidad", a través de la Oficina de Currículo del Ministerio de Educación Nacional, cartera a cargo del conservador Rodrigo Escobar Navia. Inicialmente, enviados por la UNESCO en 1976, los técnicos Michel Sivenko, de nacionalidad rusa y N. Estachusky, polaco, elaboraron el “Plan curricular para la enseñanza formal” y su objetivo primordial era el de acabar con la cátedra de historia patria.
Luego, en el año 2017, fue expedida la Ley 1874, con el fin de “restablecer la enseñanza obligatoria de la Historia de Colombia como una disciplina integrada en los lineamientos curriculares de las ciencias sociales en la educación básica y media”, pero no fue adoptada la medida inmediatamente, pues se requería integrar la Comisión Asesora del Ministerio de Educación Nacional para la enseñanza de la Historia de Colombia, como órgano consultivo para la construcción de los documentos que orientan el diseño curricular de todos los colegios del país, que solo inició funciones hasta 2019 y durante tres años, hasta 2022 debatió acerca del contenido de la historia dentro de la enseñanza escolar, cuando finalmente entregó las recomendaciones para el diseño y actualización de los Lineamientos Curriculares de Ciencias Sociales en la Enseñanza de la Historia en Básica y Media.
La Historia desempeña un papel fundamental en la formación de la concepción científica sobre la evolución de la contemporaneidad; por eso… Sin memoria no hay futuro [...] La historia es maestra de la vida. La actual cultura consumista tiende a aplanar al hombre en el presente, a hacer que pierda el sentido del pasado, de la historia; pero actuando así, le priva también de la capacidad de comprenderse a sí mismo, de percibir los problemas y de construir el mañana. Así que, queridos jóvenes, quiero deciros: el cristiano es alguien que tiene buena memoria, que ama la historia y procura conocerla”. (Encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes en Sulmona. 2010).
La renuncia a la memoria y el olvido intencional del pasado, característicos de las postrimerías siglo XX y comienzos del XXI, han contribuido al desarraigo de las generaciones jóvenes y han conducido a la construcción de un clima cultural en el que se evidencia una crisis de principios y creencias, de identidad personal, social y nacional, y de abandono de los valores que constituyeron sus fundamentos socioculturales.
Ahora, el Ministerio de Educación Nacional, mediante la Directiva Ministerial 003 del 29 de junio de 2024, emitió las orientaciones para la enseñanza de la historia como disciplina integrada a las ciencias sociales en Colombia, para promover el pensamiento histórico, crítico y la memoria histórica del pasado reciente en Colombia, y la comprensión de argumentos históricos y cómo se pueden evaluar estos argumentos a partir de los estándares nacionales y los lineamientos curriculares vigentes.
¿Qué época cubre la expresión “pasado reciente”?