Incitato | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Diciembre de 2024

Yo creo que no hay un solo colombiano que pueda relatar de memoria todos y cada uno de los escándalos del gobierno y del Pacto Histórico durante el 2024.  Ese trabajo tendría que hacerlo una firma de consultoría especializada en temas anticorrupción. Y, de todo lo que pasó y que nadie se acuerda, podrían salir innumerables casos de estudio para organizaciones dedicadas al buen gobierno y la lucha anticorrupción.  

¿Pero saben qué es lo triste? Que pasó de todo y finalmente no pasó nada… O sí pasó: quedaron sentados unos precedentes fatales que demuestran que robar y ser bien hampón sí que vale la pena en Colombia. Guardarle secretos al poderoso corrupto, ser su testigo y cómplice, robarse millones de dólares y luego sentarse a hacer acuerdos con la fiscalía de bolsillo, pagar unos cinco años de sombra para quedarse con la mitad o más de la plata ¡son el negocio! Esa fiscalía que maneja la exempleada del ministro torcido… qué paradoja que hasta el cuerpo termine torciéndose físicamente como una señal o una manifestación paranormal que emula a Dorian Gray.

Todos esos hampones, masculinos y femeninos, cayeron, pero de pie y bien erguidos y en mejores puestos que los que tenían y con mucho más poder. Pregúntenle a Bandidetti o Laura cómo lo lograron. Uno entiende que la izquierda en Colombia jamás había tenido la oportunidad de robar a manos llenas pues jamás habían gobernado, pero tampoco era para abusar… ¿muy difícil un poco de discreción, austeridad hasta para robar, derrochar, gastar? Literalmente se enloquecieron… y si son capaces de despedirse disfrazando el tercer piso del Palacio de Nariño del Grinch ya no estamos muy lejos de que el remesón ministerial de enero reemplace a cualquier burro de esos que tiene de ministros por un jumento de verdad. Uno pura sangre. Al mejor estilo del extravagante, déspota y cruel emperador Calígula quien en un delirio de poder terminó nombrando a su caballo Incitato cónsul y sacerdote. Van para allá…y ya estuvieron muy cerca con el frustrado nombramiento como embajador en Tailandia del degenerando Daniel Mendoza quien se defiende con sus 50 millones de visualizaciones de Matarife. Y, es que quien no haya sido llamado durante este gobierno para ocupar un deshonroso cargo público puede sentirse feliz, honrado y tranquilo por ese mero hecho. Tal cual Milei lo está de no haber logrado ni un aplauso en el G20. Lo contrario sería una deshonra absoluta.

Si hubiera una especie de portada de The Economist versión Colombia y que vaticinará el 2025 sin duda sería una especie de collage con carrotanques, billete en efectivo, muertos, Laurita y Bandidetti, G. Bolívar colgado de un grueso tronco de dólares, mucho “café”, Pegasus, Linda Yepes y Petro expulsados de Panamá en la ceremonia de retoma del canal por EE.UU., una constitución, una banda presidencial exhibida por Iván Mordisco, Maduro y Ortega brindando, Olmedo y Sandra cantando en la Voz Seniors y Uribe en las rejas…

Adiós 2024. Paradójicamente el mejor que he tenido a nivel personal, pero el más preocupante para Colombia. ¡Bienvenido 2025!

Juanfelipereyes@hotmail.com