“Contratación directa de obras, un despropósito”
Quien fuera la abanderada de la lucha contra la corrupción, hoy fungiendo como alcaldesa de Bogotá, propone en su plan de desarrollo para la capital del país, la muerte de uno de los puntos más importantes de su anterior lucha: la transparencia en la contratación pública. Olvidando sus vehementes posiciones como congresista, propone en el Plan de Desarrollo de su gobierno, nada más ni nada menos, que la contratación directa de las obras públicas. ¡Tamaño despropósito! Una propuesta en contravía de todo lo conquistado en esta materia por décadas, borrando con el codo lo establecido en la Ley 80 y sus decretos reglamentarios vigentes.
En concreto pretende eliminar los pre-requisitos establecidos en la ley, que sólo podrían pueden ser modificados, por otra ley.
¿Acaso sabe la Alcaldesa lo que está promoviendo y lo que esto representa en materia de lucha contra la corrupción, no solo en Bogotá, sino en el país en general?
¿Cuánto tiempo se ha gastado Colombia para atender el clamor de los gremios y de las diferentes sociedades de ingenieros, para que por fin, el Congreso aprobara los pliegos tipo?
Una de las razones que aduce la Alcaldesa es la necesidad de reactivar la economía de la ciudad, en medio de la crisis provocada por el coronavirus y la consecuente cuarentena.
El encierro generó una obvia premura en los tiempos contractuales que se requieren para ejecutar una obra desde su planeación, hasta su contratación y ejecución. Pero, ¿No debería estar utilizando más bien a su equipo de más de 100.000 funcionarios para proceder con los procesos contractuales durante el encierro en lugar de generar tanta polémica política innecesaria y polarizadora?
¿Que va a pasar? Lo obvio. Su Plan de Desarrollo será. ¿Se imaginan lo que estaría reclamando la izquierda y centro izquierda si esta fuera una propuesta del Gobierno nacional? O, ¿si lo hubiera propuesto en otrora, Enrique Peñalosa?
Y ya que me fui a la historia de la ciudad, recordemos que fue el exalcalde Jaime Castro quién retiró a los concejales de las juntas directivas (un horror del pasado) de las entidades distritales, en aras de la transparencia a los procesos licitatorios.
Con la propuesta de la Alcaldesa retrocedemos treinta años en la historia.
Si se aprueba el plan de desarrollo propuesto, los concejales tendrán la facultad, sin control alguno, de adjudicar de manera indirecta.
Alcaldesa López, a usted solo queda aplicar y cumplir la ley, porque ni usted ni los concejales la pueden cambiar. ¿O está dispuesta a dejar a los concejales la posibilidad de meterle la mano a la contratación pública?
A muchos representantes a la cámara y senadores se les debe estar haciendo agua la boca. No en vano estamos hablando de 25 billones de pesos anuales, para un total de 100 billones de pesos en el cuatrenio. Algunos concejales estarán listos para aprobar estos artículos del Plan de Desarrollo. Y la Alcaldesa sacará pecho de su “gobernabilidad”. Nada es gratis en esta vida.