Jaime Alberto Arrubla Paucar | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Agosto de 2015

“Reformas al sistema laboral, con más reflexión”

IMPACTO DE UNA LEY

¿Licencia de maternidad o de crianza?

 

A  iniciativa parlamentaria, se acaba de presentar un proyecto  que pretende ampliar la licencia o protección de maternidad en el país,  para que pase de las  catorce  semanas en donde se encuentra, a dieciocho, que incluso podrían prolongarse hasta 24 semanas en ciertos casos.

Los argumentos que se exponen para sustentar el aumento a seis meses de la protección de maternidad, son loables sin duda. Se busca fomentar la lactancia materna y por el tiempo mínimo que advierten los organismos internacionales como la OMS para el período mínimo de  lactancia; proteger al menor, para que pueda tener un adecuado desarrollo físico y emocional. Sin duda, son razones que compartimos y ojalá nos pudiéramos poner a tono con el ejemplo de otros países como Inglaterra o Chile, que conceden esta protección materna por períodos hasta de un año.

Pero nuevamente no se trata de estar o no de acuerdo; quién no va estar de acuerdo con que las madres lactantes tengan más tiempo con sus hijos; lo que hay que advertir es el impacto que una Ley de esta naturaleza, puede ocasionar en la economía y en la competitividad del país. El problema consiste en poder determinar hasta dónde nuestro sistema de previsión social y de salud va a poder atender los nuevos gastos que la ampliación de este período demandaría, a qué otro sector de la salud se los van a recortar, para poder sostener la ampliación de los períodos. El mayor costo lo asume el sistema que está a cargo de todos los colombianos. Igualmente, hay que  saber el impacto que va a tener el mercado laboral, para la misma mujer. En Chile, ampliaron la protección de maternidad y el resultado fue que las empresas prefieren contratar varones, para no tener que duplicar ciertos gastos, como primas y cesantías.

Los directores de los principales gremios de la producción le han salido a la propuesta con críticas negativas, basadas en argumentos sólidos desde el punto de vista de sostenibilidad del sistema, y además, criticando este tipo de propuestas populistas que no hacen cosa distinta que encarecer el costo de contratar personal femenino, perjudicando a las mujeres, fomentando segregación y convirtiendo la iniciativa en una verdadera “protección negativa". También se advierte que hay propuestas y retos más urgentes, como la de fomentar la formalización laboral y ésta en comento, logra  precisamente todo lo contrario.

En los sistemas de otros países se distingue claramente entre los que se conocen como la “protección de maternidad”, de tiempo más corto y con plena cobertura por el sistema y la “licencia de crianza” de tiempo más largo, a voluntad de la madre, pero donde solo recibe un treinta por ciento de su salario. Creemos que  las reformas a los sistemas laboral y de seguridad social deberían hacerse con más reflexión, sin desarticular el régimen, con previos estudios económicos y jurídicos, y pasando por el expertos académicos sobre la materia. Estamos convirtiendo nuestro sistema jurídico en una “colcha de retazos” y la labor  parlamentaria, en un verdadero peligro para la estabilidad legislativa y la competitividad de la nación.