JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Agosto de 2012

El drama continúa

 

Ya nos habíamos referido al drama que vive Colciencias (el ahora pomposo Departamento Administrativo de Ciencia y Tecnología), que teórica o jurídicamente adquirió la condición de rango ministerial, pero que por lo visto ello no pasa de la norma a la realidad.

Habiéndose logrado, también en la norma, recursos adicionales por la vía de las regalías para ciencia y tecnología, los primeros indicios de aplicación de semejante logro hablan de serias inquietudes en la forma como se asignarían los recursos, que dejan entrever una posible politización de éstos para el desarrollo científico y tecnológico. A pesar de que muchas veces se insistió en este posible conflicto, el temor es que los recursos de regalías terminen pagando el peaje de la burocracia regional y forzando inversiones científicas en donde no hay la real capacidad para invertirlas.

A esta realidad se sumó luego el sentimiento de desazón a la salida del anterior director de Colciencias Jaime Restrepo, exrector de la Universidad de Antioquia, quien señaló que las ambiciosas metas planteadas en el inicio de su gestión por parte del Gobierno Nacional, se fueron desdibujando, hasta el punto que se redujo el Presupuesto Nacional (en medio del gran anuncio de incremento en inversión pública), situación que llevaría inevitablemente a eliminar o disminuir (incluso por debajo de la inversión de este año) la inversión en la mayoría de los programas de ciencia y tecnología del país. El asunto es tan grave que habría que reducir los doctorandos que está formando el país en el exterior y eliminar programas como el de Jóvenes Investigadores, que tanto bien le hacen a un país que piensa realmente ser competitivo.

Y después vino lo que nunca habíamos conocido, el ofrecimiento del cargo de la ciencia y tecnología a un partido político (como cuota de entrada al Gobierno), independiente de la trayectoria del candidato. Afortunadamente había algunos nombres en dicho partido que dejaban algo de tranquilidad. Sin embargo, sí es curioso que un cargo que debiese ser técnico, surta los trámites de una cuota burocrática.

Llegó entonces la carta de más de 400 intelectuales al Presidente de la República llamando la atención sobre el tema y solicitando que el Director de Colciencias sea una persona representativa de lo que el país necesita en esta materia, pero también implorando un tratamiento distinto a este que es el riel central de la aún quedada locomotora de la Innovación.

Y después llegó la estocada final. El propio Partido Verde condicionó su entrada al Gobierno con esta pieza burocrática porque les parece actualmente “poca cosa”. En otras palabras encuentran que la realidad supera a la ficción y que Colciencias es seguramente menor de lo que ellos imaginaron. Ratificaron todo lo anterior.

En este panorama tan desolador nos encontramos con que el acento hacia la ciencia va a significar mucho más que leyes, partidos o cargos. Requiere algo más sencillo o complejo según la perspectiva: Voluntad política para que la ciencia sea realmente prioritaria.

jrestrep@gmail.com