Juan Alvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Octubre de 2015

LA OTRA CARA

“Echar pa’lante”

Ante medios periodísticos nuestro campeón automovilístico Juan Pablo Montoya, en el momento de anunciar -la Carrera de las Estrellas-, explicó el desarrollo competitivo de ese deporte, los retos y  exigencias que implican al piloto, concentrarse en el manejo de su auto, con mente despejada, sin acordarse de competencias pasadas y siempre con el objetivo en el triunfo.

Se refirió a las distintas categorías y  vehículos utilizados para enfrentar no solo la velocidad requerida, sino también la destreza de sus compañeros en contienda.

Montoya trazó línea de pensamiento propio de triunfadores, quienes con positivismo y conocimiento de lo que hacen, definen metas concretas para alcanzar el éxito. Al responder una pregunta, resumió en una metáfora un principio de la realidad, basado en que si se quiere ser ganador, debe olvidar lo pasado y seguir hacia adelante. 

Nada más válido puede aplicarse en el momento de Colombia, ante el devenir de acontecimientos diarios, que en silencio o con mucho ruido, construyen agitados episodios de nuestra historia, a 2 meses de completar los primeros 15 años del presente siglo.

Comparando lo dicho sobre los corredores de automovilismo, con quienes están a la cabeza del país, Presidencia de la República, ministerios,   organismos estatales, dirigencia política, alcaldías, gobernaciones y empresa privada, se cotejan verdades y se lamenta, lo mucho que se dejó de hacer sin pensar en corregir y seguir adelante, para recuperar y responder a la ciudadanía, cuando se trata de empresas con vocación de servicio.

El análisis no es negativismo, es objetividad en el país de los proyectos para  grandes obras que nunca se hacen, como infraestructura, educación pública, desarrollo ambiental, utilización marítima para beneficio económico, debilitamiento agrícola, industria retrasada y  transporte férreo para pasajeros, en todas las regiones. Siempre hay lluvia de promesas y debates inconclusos.

Mucho se contaría de la sepultura de Flota Mercante Grancolombiana, Banco Central Hipotecario, Ferrocarriles Nacionales y sus líneas en la Sabana, Valle, Santander, Boyacá, Tolima y eje cafetero, empresas hundidas por corrupción y desgreño. Hacia adelante no se hizo nada para remplazarlas con eficiencia. 

Lo mismo tiende a suceder con el Metro de Bogotá, mil veces propuesto y nunca se hará. Completa el olvido costoso, el anuncio de que el Túnel de La Línea, estará en enero de 2017. Ojalá no sea un chiste en el compendio del absurdo.

La afirmación del campeón Montoya, está ajustada a la vida del país y puede convertirse en frase sabia e icónica: “Uno mirando para atrás, nunca echa pa´lante”.

juanalcas@yahoo.com