Este 4 de julio se cumplieron 29 años de la promulgación de la Constitución Política de 1991, la cual vino a reemplazar la centenaria Constitución de 1886. Entre otras cosas, estas dos constituciones han sido las únicas, de las tantas que han regido en Colombia desde los albores de su independencia hace doscientos años, cuya vigencia ha perdurado más de veinte años.
Fue tanta la premura en su trámite, aprobación y proclamación que a sus 380 artículos iniciales hubo que añadirles 59 transitorios y hasta fe de erratas, amén de que la rúbrica del triunvirato que presidió la Constituyente (Horacio Serpa, Álvaro Gómez y Antonio Navarro) se estampó en unas hojas en blanco, pues su texto definitivo sólo estuvo a punto en la penumbra de la madrugada del 7 de julio.
La Constituyente que le dio vida a la nueva Carta tuvo como antecedentes los frustráneos intentos de reformar la Constitución por parte del expresidente Alfonso López primero, quien propuso en 1976 integrar para tal efecto una “pequeña constituyente” y luego sería el ex presidente Virgilio Barco quien propuso en 1988 la convocatoria de una consulta popular con el fin de derogar el artículo 218 de la Constitución de 1886, que reservaba la facultad de reformar la Constitución al Congreso de la República.
Ante el bloqueo, que impedía la reforma a la Constitución, surgió el movimiento de la “séptima papeleta” promovida desde el claustro de la Universidad del Rosario y acaudillada por el actual Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo. Se trataba de sumar una “papeleta” más en las urnas habilitadas para la llamada elección de “mitaca” convocando una Constituyente.
A renglón seguido el ex presidente Cesar Gaviria, declaró el Estado de sitio y expidió el Decreto que convocó la elección de la Asamblea constitucional el 9 de diciembre de 1990. En efecto se dio la elección de los delegados que integrarían la Asamblea constitucional, la cual una vez instalada y a poco andar se declaró omnímoda. Y fue así como la Asamblea Constitucional elegida para reformar la Constitución de 1886 se transmutó en Asamblea constituyente y terminó expidiendo una nueva Carta Política.
La Constitución Política de 1991 consagró en Colombia el Estado social de derecho, garantista y promueve la participación ciudadana. Empero, aunque la Constitución dice que “todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley”, como sentenció Jorge Eliecer Gaitán “el pueblo no demanda la igualdad retórica ante la Ley, sino la igualdad real ante la vida”. La igualdad, la no discriminación racial y la equidad de género siguen siendo una asignatura pendiente.
No obstante que la Constituyente de 1991 fue más allá del principio de la descentralización, reconocida en la Constitución de 1886, para consagrar el de la autonomía territorial, en estos 29 años no sólo no se ha avanzado en lo que respecta a la autonomía territorial sino que se ha venido dando un acelerado proceso de recentralización.
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