Se llevó a cabo en Barranquilla la asamblea número 61 del Banco Interamericano de Desarrollo, con un balance satisfactorio para Colombia y, especialmente, para la región Caribe. Durante esta reunión atípica por las condiciones de la pandemia, se abordaron estrategias para la recuperación económica de los países de América Latina y el Caribe, medio ambiente, tecnología e inclusión. Así mismo, se visibilizó la incidencia de Colombia en la organización y posicionó a Barranquilla como ejemplo de liderazgo en la región.
Es relevante resaltar el anuncio de intención de crédito por 250 millones de dólares a Barranquilla, una operación sin precedentes en la relación entre esta entidad con las ciudades de América Latina, lo cual busca apalancar proyectos estratégicos para el crecimiento y desarrollo sostenible de la capital del Atlántico, que han sido denominados ‘biodiverciudad’. Esta operación abre las posibilidades para que otras ciudades de la región fortalezcan su relacionamiento directo con el BID, buscando financiar proyectos de alto impacto.
Otro de los aspectos notables de esta reunión es que se haya dejado en firme la estructuración de la Alianza Público - Privada para la recuperación del río Magdalena, un medio de conectividad esencial para la competitividad del país y que requiere recuperarse como parte de una estrategia de transporte multimodal en lo cual Colombia presenta rezagos. Hablamos de casi 1.6 billones de pesos para uno de los proyectos más importantes que tendrá el país en los próximos años.
El balance de esta cumbre se cierra con cerca de 1.300 millones de dólares para proyectos integrales en distintos frentes que buscan que la región se recupere de los efectos de la pandemia. Teniendo en cuenta que América Latina es una de las regiones más golpeadas por la crisis, es conveniente recordar lo que el presidente del BID, Mauricio Claver- Carone manifestó sobre impedir que esta sea una década perdida y que los esfuerzos deben orientarse hacia prevenir que en los siguientes años aumente la desigualdad y se pierda completamente el avance significativo que se logró en reducción de pobreza durante las últimas dos décadas.
Sin duda, el Caribe salió ganando con esta Asamblea, gracias al liderazgo y visión de sus dirigentes. Es necesario que otras ciudades y departamentos de Colombia con capacidad de endeudamiento fortalezcan sus relaciones con la banca multilateral para financiar proyectos orientados a la recuperación económica, a la construcción de la infraestructura para la competitividad, la adaptación al Cambio Climático y la modernización de sus capacidades institucionales. Esta reunión anual del BID abrió las puertas para que las entidades territoriales, con el Gobierno Nacional como garante, puedan acceder a créditos directos para financiar proyectos de desarrollo en condiciones más favorables.