Cuando se habla de industria textil, generalmente se vuelve la mirada al departamento de Antioquia, sin embargo, Nubia Elena Pineda de Cuadros, a través de su tesis doctoral “La industria textil: el caso de Samacá en Boyacá”, realizó una investigación, que parte del año 1884, cuando en ese municipio, a 30 km de Tunja, nació la primera industria textil colombiana, que activó la economía de la zona junto al carbón y la cebolla y, constituyó a Samacá, no solo en ser la tierra del primer colombiano que participó en unos juegos olímpicos, “mister Perry”, sino también en polo de industrialización, así que, la fábrica Coltejer cuyo lema era: “el primer nombre en textiles”, en realidad sería el segundo, porque primero existió la textilera de Samacá.
La Compañía Industrial de Samacá se creó como sociedad de capital mixto limitado y, tuvo como socios al Estado Soberano de Boyacá y a los señores Grisales, Torres y Cordobés, comenzando su funcionamiento en la vereda La Chorrera de Samacá, donde la industria empresarial y textil tuvieron diferentes tropiezos y, donde a partir de 1906 la Compañía Industrial de Samacá se convirtió, simplemente, en la compañía Samacá, de capital privado.
A través de esta investigación de historia social y económica, con un enfoque neoinstitucionalista, la doctora Pineda de Cuadros describe diferentes teorías y conceptos que distinguen el objeto del estudio de la industria textil, posteriormente, se refiere al periodo en que la empresa tiene un carácter institucional y empresarial mixto, entre 1884 y 1905 y, luego, a la consolidación de la empresa a partir de 1906 y hasta 1946 cuando su producción se exportaba, al igual que se importaban materias primas y se vinculaba incluso personal extranjero.
El desarrollo industrial y comercial de Samacá, hoy en día un municipio de paso entre el Puente de Boyacá y Villa de Leyva está aún por escribirse, porque sin pensarlo, se constituyó en un municipio dónde se buscó instaurar, a gran escala, la producción textil, tejiéndose con ella una historia de más de 130 años, entre hilados y tejidos de algodón.
Con ocasión del centenario de la independencia, la Samacá, participó en 1910 de la primera feria agrícola e industrial del país, exponiendo su maquinaria, lo cual llevo a que el presidente Carlos E. Restrepo visitara en enero de 1911 la fábrica y, exaltara, no solo las construcciones dedicadas a la empresa, sino también la impecable producción, que se matizaban igualmente con actividades de bienestar para los empleados, quienes tenían bandas de música, grupo de teatro y actividades religiosas, particularmente con la fiesta de San Isidro.
Buscaban activar esfuerzos para hacer una de las mejores fábricas del país y vincular personal de la región que trabajaba en los diferentes turnos, no obstante que, en 1933, Primitivo Rodríguez fundara el Sindicato Textil de Samacá, promoviendo la primera huelga de trabajadores en 1935, habiendo un enfrentamiento con las tropas de Tunja, luego, el encarcelamiento de don Primitivo y el que este según testimonios consignados en la investigación, propiciara, entre otros factores, el cierre de la fábrica en 1946.