Lo escribió hace poco Ricardo Ávila, juicioso analista económico de El Tiempo en su página dominical bajo el título “Instrucciones para armar una crisis explícita”. El texto, apoyado en cifras y opiniones calificadas, constituye una dramática radiografía del sector salud; la mendaz afirmación reciente del Presidente de que “el país tiene uno de los peores sistemas de salud del mundo”, respaldada por su Ministra de Salud, Carolina Corcho, chocó con la investigación sobre cobertura en salud publicada por la revista The Economist, que nos ubica en el top ten en desempeño sobre la materia.
De esa columna resalto y resumo tópicos como: de 10.5 millones de motos, sólo 4.2 tienen SOAT y el gobierno quiere que ellas paguen el 50% de su valor, lo cual arrebata 2 billones de pesos anuales a la Adres (Administradora de los Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud); la Ministra pretende crear una “crisis explícita” para justificar su “cambio de modelo”; pero ella tiene una bolsa de más de 70 billones y quiere con ella cubrir las promesas de campaña; la idea de promover el sacrificio de ganado en los mataderos municipales y no en los frigoríficos es para aceitar el aparataje del Invima (más burocracia) por cuenta del servicio de salud.
Más perlas: por las pandemia, stress, traslados de EPS, nos estamos enfermando más, demandando más servicios y medicamentos; entre la escasez de fondos que viene del pasado y la desconfianza que tiene esta administración a todo lo que huela a Duque se está acumulando una deuda de la nación con el sector que rondará los 2.6 billones de pesos al cierre de este año; como quiere ahogar las EPS (dilata el giro ordinario de recursos que ordena la ley), con ello se afecta toda la cadena de servicios y tecnologías y se aumenta la cartera con hospitales y proveedores de medicamentos y dispositivos y los paganinis serán los pacientes.
Y más: en su esfuerzo por armarse de argumentos para sustentar su reforma, la Supersalud está filtrando selectivamente reportes que dejan mal paradas a la EPS; se pretende desconcentrar la Adres y darle paso a las administraciones departamentales y municipales (pésimos administradores) para manejar recursos públicos, en la idea de que sucursales regionales se conviertan el pagadores únicos de clínicas, hospitales y laboratorios y sean equipos de médicos, enfermeros y auxiliares que se encargarán de la atención primaria a los pacientes de manera sectorizada, copiando el modelo de Venezuela.
Y como lo comenta Johnattan García, investigador de la Universidad de Harvard, “allí hay un peligro de politización, pues en el mapa de los mil equipos iniciales aparecen muchos… a cargo de aliados políticos del Presidente”. La salud, cual corcho en remolino.
Post-it. Después de 78 años de sudar la camiseta ya era justo que el Deportivo Pereira llegara a una final del fútbol colombiano con los rezos, desde el Cielo, de sus grandes hinchas: el padre Antonio José Valencia y Cecilia Monsalve, la muy recordada “Chila”. En la tierra, tres figuras cimeras han hecho posible el milagro: el técnico Alejandro Restrepo, el portero Harlen Castillo y el goleador Leo Castro, quien fuera escobita de Atesa, empezó barriendo las calles de Pereira y terminó barriendo defensas y porteros contrarios… ¡Viva el Glorioso Matecaña!