Lionel Moreno Guerrero | El Nuevo Siglo
Viernes, 25 de Septiembre de 2015

IDEOLOGÍAS Y CIVILIZACIONES

Pragmatismo y principios

El  procurador Alejandro Ordóñez ha expresado conceptos sobre temas de gran actualidad como el llamado matrimonio de parejas homosexuales o el derecho a la vida. Sus contradictores, muy en particular provenientes de la izquierda política, no encuentran mejores argumento para rebatirlo que el tildarlo de conservador, retrógrado, moralista e “ideólogo” y de que estos son principios católicos los cuales no deben aplicarse en el ejercicio de las funciones públicas por aquello de la separación de Iglesia y Estado.

Que un funcionario público independiente no actúe de acuerdo con sus principios, que un gobierno no aplique su ideología a sus actos es un contrasentido. Petro y Maduro tratan de aplicar a la sociedad sus principios marxistas. Son consecuentes. Lo malo es que Maduro  quiere  implementarlos violando los principios (volvemos a los principios) democráticos y Petro, contra su voluntad, se ve constreñido a respetarlos. Se comparan las actuaciones del Procurador con las del fiscal Montealegre de quien se dice que actúa en forma “pragmática” y “liberal”. Si fuera cierto lo de liberal, se están contradiciendo ya que entonces estaría ejerciendo sus funciones de acuerdo con sus “principios” liberales, lo que estaría correcto, lo que para ellos no es correcto es actuar según los principios conservadores. Vaya lógica.

Para la izquierda “pragmatismo” es oportunismo, solo lo que nos conviene es aceptable y prima sobre cualquier consideración ética y por eso las posiciones del fiscal Montealegre sobre impunidad para los crímenes de lesa humanidad y que el asesinato, el secuestro, la extorsión, se condonen por “conexidad” con el delito de rebelión (este último es justificado). La feria de contratos con dineros de los colombianos, como el celebrado con Baltasar Garzón o los de 800 y 3.000 millones con Natalia Springer, se justificaría porque, según el Fiscal, fueron celebrados para recuperar la paz, aunque más bien parecen una “liberal” distribución de mermelada. Este es el pragmatismo de Montealegre. Y hablando de mermelada, recordemos que a Colombia vinieron a apoyar las negociaciones de Cuba, Garzón, Tony Blair y Bill Clinton, entre otros, ¿Cuánto les pagaron o les dieron también contratos o vinieron altruísticamente? En cuanto a los principios cristianos, aunque a la izquierda marxista no le guste, recordemos que son los principios en que se basa la civilización occidental, como la india en el hinduismo, la del Medio Oriente en el islamismo y la china en el confucianismo. Solo tenemos que mirar a los diez mandamientos (compartidos con el judaísmo) para encontrar los fundamentos de nuestro derecho penal: no matarás, no robarás, no darás falso testimonio. ¿Debernos abolir el descanso dominical porque en la ley judeo cristiana “el séptimo día es reposo para tu Dios (Éxodo 20:1-17)”? Las civilizaciones se basan en principios, en ideologías, aunque haya demasiados políticos “pragmáticos.”