OLVIDA FUNDAMENTOS DEMOCRÁTICOS
Los perros de la oposición
EL Presidente olvida los fundamentos democráticos, que es esencial que quienes no están de acuerdo con el gobierno tengan libertad para contradecirlo, discutir sus ideas y hacer planteamientos opuestos. En el Reino Unido, paradigma de democracia, el bando opuesto es llamado “la oposición oficial de Su Majestad” y sus dirigentes, adicionalmente a sus remuneraciones como miembros del Parlamento, reciben un estipendio. Es unánimemente reconocido que “la función (esencial) de la oposición es oponerse” ya que al contradecir las posiciones del gobierno se ponen de relieve sus falencias y pueden hacerse propuestas que las mejoren. Los miembros de la oposición no son “terroristas” ni perros que “han ladrado, ladran y seguirán ladrando” contra el caballero andante que es el gobernante de turno, en nuestro caso el presidente Juan Manuel Santos. Este vocabulario con referencia a los miembros de la oposición, además de llamarlos guerreristas, enemigos de la paz y otros epítetos, no contribuye a la concordia y trae a la mente a Maduro, quien ultraja a sus opositores con toda clase de improperios. Esperamos que nuestro primer mandatario no esté adquiriendo comportamientos similares a los de sus “mejores amigos” y más bien tome como modelo de tratamiento a la oposición a las democracias maduras donde no ultrajan a los contrarios y no tratan de modificar sus constituciones según sus veleidades momentáneas”.
Pero estamos viendo que la oposición, tan denigrada tenía razón, y que si ella no hubiera “ladrado”, puesto de relieve los puntos débiles de los acuerdos quien sabe en qué líos adicionales nos metería nuestro Presidente. El “histórico” acuerdo del 23 de septiembre resulto ser solo un vago comunicado de prensa y que el verdadero, con nada menos que 75 puntos, que, para el gobierno, estaba en desarrollo y para las Farc era inmodificable y que, si se cuestiona, la conclusión de las negociaciones en 6 meses “podría no ser viable”, es mantenido secreto.
Como el gobierno se impuso un término para la conclusión de las negociaciones, limitación que los negociadores de las Farc ya han comenzado a aprovechar, como lo han hecho en estos tres últimos años (terminación de fumigación aérea con glifosato, cese de bombardeos y bilateral -de facto- de las hostilidades, etc.), es de esperar que temas como el método para escoger los miembros del tribunal y su procedimiento, la restricción de la libertad (sobre lo que hay enormes diferencias), la ratificación de los acuerdos, que las Farc quieren sea mediante una asamblea constituyente, etc., no serán definidos sino cerca al 23 de marzo próximo, cuando el gobierno Santos tendrá que hacer grandes concesiones para cumplir el plazo acordado. Y todo por tratar nuestro Presidente de llegar triunfante a la asamblea de la ONU con un acuerdo de paz.