Definitivamente en los próximos comicios, los aspirantes a las alcaldías del país tendrán el mismo enfoque: presentar como proyecto de su gestión la seguridad en sus municipios, pretendiendo cubrir las expectativas de la ciudadanía en general, que hoy pide a gritos seguridad en todos los aspectos.
Indudablemente la situación de inseguridad y presencia criminal en todo el país, induce a mirar con suma preocupación este estado de alarma, con ribetes de generalizarse en todo el territorio. No existe reunión, foro, seminario ni convocatoria que no tenga como tema central la seguridad y por lo tanto se convirtió en asunto obligado, urgente y necesario para los gobiernos. Bogotá, por ser la capital, marca la pauta en este aspecto y sus candidatos no me dejan mentir, pues en todos los estadios se ven obligados a manifestarse sobre el enfoque en seguridad.
Los medios de comunicación se refieren a entrevistas, donde los aspirantes más opcionados exponen su sentir y posibles planes para encarar el problema, lo que es interesante porque nos permite valorar quienes vienen acompañados de experiencia, conocimientos, ideas y nociones de la importancia que representa la seguridad para el progreso, estabilidad, equilibrio y armonía de la sociedad. Es de público conocimiento el grado delictivo de la capital, donde homicidios, hurto de automotores, atraco, hurto a residencias, y fleteo, se han incrementado exponencialmente, sin olvidar actos vandálicos que atemorizan la ciudadanía.
Pero vamos al enfoque de los candidatos; todos tienen conceptos valederos y si los complementamos lograríamos un programa serio, pero de difícil ejecución porque son muchas las vertientes- Sin embargo, independientemente de sus planes y programas y sin pretender posar de expertos en seguridad, queremos aportar algunas recomendaciones que creemos pueden servir a todos los burgomaestres
El problema, debemos aceptarlo, es social y como tal se debe enfrentar. La seguridad es transversal y toca todas las secretarias, luego es un sentir y responsabilidad de todo el gabinete. La justicia es ángulo primordial en el tema, sin justicia pronta, honrada y efectiva estamos perdidos; sin cárceles no tendremos sanción y sin sanción nunca resocialización. Muchos aspirantes pretenden invadir el espectro policial y se convierten en operativos, olvidando que los planes y programas, con estrategias y tácticas son del fuero institucional. Contratar retirados en labores de oficina permite recuperar personal. Urge un plan de motivación y respaldo al personal, apremia capacitar el policía para desempeñarse en sectores ajenos a su hábitat personal, así como integrar los programas CAI – Cuadrante y Frentes de Seguridad. La tecnología es insustituible y vemos como las cámaras con reconocimiento facial se convirtieron en una herramienta de primer orden. Lo ideal es lograr una plataforma que sostenga todos los componentes, tanto particulares como oficiales, permitiendo socializar en las redes la información e integrarse al C4 como referencia privilegiada.