MARIA ANDREA NIETO | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Septiembre de 2012

¿Arrendado o propio?

 

Según el informe del Partido Liberal y del Observatorio del Conflicto y Ciudad Politécnico, presentando la semana anterior, en los últimos 10 años, la guerra en Colombia ha costado 207 billones de pesos. Eso, palabras más, palabras menos son 20.7 billones anuales. Cifra interesante.

Según el mismo informe, de continuar la guerra una década adicional esta tendría un costo de otros 225 billones de pesos. Si el PIB colombiano es de 478 billones, esto quiere decir que durante 10 años el país ha dejado de construir autopistas que crucen todo el territorio nacional, puertos eficientes en las dos costas, colegios en cada uno de los municipios del país, hospitales, fortalecimiento institucional, inversión en capital humano y un largo etcétera.

De otra parte, según cálculos de la firma Raddar, la paz costaría 440 billones de pesos. Cifra asustadora pero que incluye los costos de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras que se calculan entre 25 y 40 billones de pesos. En el corto plazo sería más económico continuar con el conflicto que con la paz. Pero sería una situación despreciable. Es como cuando una familia tiene la opción de empezar a pagar la cuota de su vivienda propia versus la opción del arriendo. Al final es preferible hacer el esfuerzo adicional con tal de terminar al cabo de quince años siendo el propietario de los ladrillos que se habitan.

En términos económicos es claro que todos vamos a tener que poner de nuestros bolsillos para financiar la paz con la promesa (en caso de terminar con éxito las negociaciones de paz) de que esa cuota traerá en el largo plazo un mayor crecimiento y por ende mejor desarrollo económico.

Según los cálculos, un estado de paz generaría automáticamente un crecimiento porcentual entre uno y dos puntos del PIB y en una situación de crecimiento sostenible, esto implica un aumento del PIB per cápita importante y transversal en todos los estratos sociales. Ahora bien, no hay que olvidar que ese incremento en el PIB es con base en el crecimiento económico en un ambiente desfavorable y de extrema hostilidad. Me atrevo a pensar que serían unos cuantos puntos porcentuales adicionales en el PIB si se lograra la paz. Y con eso se podría pagar la cuota anual del post conflicto en los próximos diez años.

Es cierto, la paz es costosa, pero si hemos aportado a la fuerza la módica cifra anual de 20.7 billones de pesos por el derramamiento de sangre, por qué no hacer el doble del esfuerzo por conseguir la paz, después de 70 años de guerra.