María Clara Ospina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Septiembre de 2015

HILANDO FINO

¡45.000 millones de pesos!

Es  indignante saber que la consulta antitaurina que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, pretendía hacer, el 25 de octubre, le hubiera costado a la ciudad ¡45.000 millones de pesos! Gracias al cielo fue detenida por una decisión del Consejo de Estado.

Habiendo tantas necesidades urgentes en Bogotá este era un gasto no solo indignante sino aberrante. Ojalá esto demuestre la falta de cordura, raciocinio y prioridades que caracterizan a Petro.

Con seguridad jamás se le ocurrió que era mejor gastar esos miles de millones en campañas contra el abuso de los niños y de las mujeres en vez de gastarlos en la protección de un puñado de toros.

Quizá el alcalde no conoce las cifras de abuso físico, psicológico y sexual contra la población más desprotegida y frágil de la capital. Pues aquí las tiene: según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), durante los últimos tres años se ha registrado el maltrato de 3.266 niños en Bogotá. Esto, sin contar los casos no denunciados. A esto se suman los embarazos infantiles y juveniles, otro problema urgente de solucionar.

Para empeorar, Medicina Legal, reporta que: anualmente en la ciudad se registran más de 3.000 casos de violencia sexual juvenil, 6.000 casos de violencia interpersonal y más de 100 homicidios de menores de edad.

Las cifras referentes a las mujeres son aún peores. En  el 2014, el Sistema de Vigilancia en Salud Pública registró 21.964 casos de violencia contra la mujer. Aquí hablamos de maltrato de todo tipo, sexual, físico, emocional y económico. Algo todavía más grave es la cifra de feminicidios en la capital; cerca de 200 mujeres  son asesinadas anualmente en Bogotá.

Y no olvidemos el maltrato contra los ancianos y otros problemas urgentes de la población mayor, como es la falta de vivienda, alimentación y salud.

Quizá el alcalde tampoco se ha enterado de la crisis en que viven los hospitales de Bogotá. Tal vez, por estar entretenido en las “pintorescas” reuniones contra el maltrato de los toros, no ha visitado los hospitales públicos bogotanos, por  los cuales debería velar; por ejemplo el de Kennedy que, tal como lo tienen que sufrir a diario los desesperados pacientes, carece prácticamente de todo, hasta de camas suficientes, inclusive para los que están en cuidados intensivos.

¡Y el alcalde quería gastar 45.000 millones para evitar el maltrato a los toros! ¡Por Dios, es como de locos! Peor aún, Petro pretende demandar al Consejo de Estado por habérselo impedido.

Yo quisiera saber a qué rubro le iba a quitar el dinero para hacer esta consulta, ¿a la salud, la vivienda, la educación, la seguridad?

¡Y este hombre pretende llegar a ser Presidente! No quiero ni pensar cómo sería Colombia con Petro como Presidente. Lo que sí es una certeza es que Bogotá será más humana cuando mujeres, niños y ancianos no sean maltratados, cuando todos los niños tengan sus tres comidas aseguradas y 8 horas de escuela para educarse y tener un lugar seguro mientras sus padres trabajan. Cuando sus calles sean seguras y transitables. Cuando no haya gente durmiendo en las calles ni mendigos en todas las esquinas. Pero sobre todo, ¡cuando tengamos un mejor alcalde!