El 24 de mayo se presentó una hermosa estampilla en conmemoración de los 160 años de relaciones diplomáticas y comerciales entre Colombia y Rusia, acordadas por Mariano Ospina Rodríguez y el Zar Alejandro II, en 1858.
En 1857 Ospina Rodríguez fue electo Presidente de la Confederación Granadina. Primer presidente del país electo por voto popular directo.
Sus cuatro años de gobierno fueron un paréntesis de paz en un periodo de guerras constantes. Deseaba hacer de la Confederación Granadina una nación moderna, relacionada con el mundo exterior. Sacándola del provincialismo del cual no parecía poder sacudirse.
Apoyó la causa de la confederación y favoreció el regreso de los jesuitas, firmó un nuevo convenio con la banca británica para el pago de la deuda externa, y decretó medidas respecto al servicio militar, la creación de los Intendentes de Hacienda, la vigilancia de las aduanas y el derecho del gobierno a la intervención en los estados de la confederación.
Como gobernante innovador, uno de sus más apremiantes proyectos fue la mejora de la educación a todo nivel, comenzando por la urgente alfabetización de los más humildes.
Desarrolló una notable actividad internacional con diversos objetivos, el más importante fue obtener el reconocimiento de la independencia colombiana por naciones que aún no lo habían hecho, y lograr la constitución de una garantía de neutralidad internacional, ideada para anticiparse a la posible ocupación del Istmo de Panamá por parte de alguna potencia extranjera, además de la obtención de tratados comerciales con naciones amigas.
De ahí que uno de sus propósitos internacionales fue crear lazos de amistad con el Zar Alejandro II, gobernante del gran imperio ruso, una nación de inmensas riquezas naturales y humanas, y un líder que Ospina Rodríguez admiraba por estar realizado importantes reformas para modernizar a Rusia, entre ellas, la liberación de los siervos la cual, finalmente, el Zar lograría en 1861.
“El 12 de enero de 1858, luego de un intenso trabajo entre agentes de las dos naciones, se recibió una comunicación en la que el gobierno ruso manifestó por primera vez y de forma explícita la voluntad de reconocer la independencia de Colombia”; hecho que llevo a sus gobernantes a iniciar comunicación epistolar.
Las cartas cruzadas entre Mariano Ospina Rodríguez y Alejandro II, de su puño y letra, nos emocionan por la improbabilidad que representaban en una época donde las comunicaciones tomaban meses, y lo por poco que conocía el mundo de las nuevas republicas nacidas de las antiguas colonias españolas.
En la primera misiva el Presidente de la Confederación Granadina plantea al Zar: “su deseo de establecer relaciones de amistad y de comercio” con Rusia.
Alejandro II responde de manera positiva, confirmando su “disposición de contribuir a todo lo que pueda fortalecer la amistad entre nuestros súbditos y la Nueva Granada”.
Los originales de estos documentos, recientemente recuperados, son evidencia de este momento emblemático entre nuestras naciones.
Ospina Rodríguez creó el Servicio Postal colombiano, que expidió la primera estampilla nacional. Hoy, coincidencialmente, con una estampilla se recuerda un importante logro de su presidencia, el establecimiento de relaciones entre Rusia y Colombia. Gran trabajo de investigación y diseño por parte del Embajador Sergei Koshkin, la Embajada Rusa, la oficina Postal de Colombia 7-72 y la Cancillería.