Ayudarán a la industria colombiana
Los acuerdos de precios firmados a finales de junio entre los representantes sectoriales del acero, el cemento y el PVC, el Ministerio de Vivienda y la Superintendencia de Industria y Comercio, tienen como objetivo garantizar suministros de insumos y productos con costes estables, con el propósito de abaratar los precios de las viviendas de interés prioritario (VIP), que se construirán para 100.000 grupos familiares que ahora no tienen nada, dentro del impulso a la locomotora de la construcción propuesta por la Administración Santos.
Dichos acuerdos ayudarán a la reducción de precios por debajo del promedio de mercado en varios productos. Este mecanismo es bueno por dos puntos: i) para la construcción de las viviendas se usan insumos y productos con precios más bajos de los del
mercado, y ii) potencia el aumento en la cantidad de producción y ventas industriales en las manufacturas nacionales en dichas ramas, donde la ganancia para el productor no está en el margen por unidad vendida, sino en el margen por volumen de ventas.
Descuentos del 25% en el precio de venta del cemento, así como rebaja en el precio del 12% en el PVC y en algunos productos de la rama siderúrgica (mallas electrosoldadas, varillas para construcción, alambre recocido y grafiles) dan un excelente incentivo y amplían el abanico de posibilidades reales, para que otras ramas industriales que tienen alguna relación con el sector de la construcción, puedan potenciar su despliegue productivo y tomen ejemplo de lograr generar acuerdos similares con el Gobierno nacional.
Desde la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana vemos potencial en que las ramas productivas que en especial llevan cayendo por más de tres trimestres consecutivamente, busquen un acuerdo bajo el respaldo del Ministerio de Vivienda y de la Superintendencia de Industria y Comercio -similar al empleado en las ramas de las que hablamos inicialmente- con el objetivo de aprovechar la gran demanda por materiales y productos elaborados que saldrán del megaproyecto de las 100.000 viviendas.
Ramas productivas tales como: i) productos de caucho que cayó en los últimos tres trimestres (IV-2011, I-2012 y II-2012) a tasas del -16%, -9.3% y -6% respectivamente; y ii) productos de cerámica no refractaria, para uso no estructural (tejas de arcilla, acabados superficialmente con un vidriado, elementos decorativos y para revestimiento/pavimento tales como azulejos, gres cerámico y otros elementos de decoración) que decreció trimestralmente a tasas del -2%, -14.9% y -1.8%, pueden aprovechar esta sinergia y buscar cómo “subirse” a la locomotora de la construcción, con el apoyo de sus industrias a los eslabones finales del proceso de terminación de las viviendas.
Bajo esta misma vía, ramas que vienen cayendo en los dos últimos trimestres, como la de productos de plástico (-1.5% y -9.5%), y las que en el último trimestre cayeron: i) vidrio y sus productos con una tasa del -1.9%; y ii) partes y piezas de carpintería para construcciones (-9.5%), tienen una posibilidad buscando con cuales de sus productos manufacturados finales pueden ser proveedores de los constructores para estos macroproyectos habitacionales, con insumos de calidad y bajo precio.
Si se llegasen a dar acuerdos con las industrias de estas nuevas ramas productivas se esperaría que los constructores que salgan elegidos en las subastas o selecciones regionales puedan adquirir mayor cantidad de insumos y materiales de buena calidad y a bajos costos, para la construcción de estas unidades habitacionales, con beneficios adicionales en precios, a los que ya encontrarían con el cemento, el PVC y los productos de la rama siderúrgica. Esperemos que esta buena iniciativa se amplíe a las cadenas productivas señaladas y que con ello, se diera un repunte no sólo en el sector de la construcción sino en el de la industria manufacturera colombiana, generando un mayor empleo fabril.
*Vocera de la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana