MARTA LUCÍA RAMÍREZ | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Junio de 2013

La fuerza de nuestros valores

 

Tras la decisión por parte del Directorio Nacional del Partido Conservador (DNC) de buscar la Presidencia de la República de Colombia con una candidatura propia tenemos la oportunidad de inaugurar una nueva era en la política colombiana. En ella resurgirá el partido como motor del futuro de Colombia. Porque la fortaleza ideológica y los valores del conservatismo nos convierten en el partido que representa la esencia de Colombia y son la base para encarar un futuro promisorio de dignidad, progreso y paz para nuestro país.

La importancia y el bienestar de las familias colombianas deben orientar las prioridades en la labor política, económica y social. Sus esfuerzos y sacrificios para salir adelante, y su espera paciente para ofrecer un futuro mejor a sus hijos, obliga a que nuestros empeños y los de las instituciones estén orientados a garantizar un futuro promisorio y esperanzador a los hijos de Colombia. Son más de 10.570.000 familias colombianas las que dan forma a nuestra sociedad. Son ellas la base de la fortaleza nacional.

Debemos recuperar el valor del mérito y el esfuerzo, elemento de la identidad  conservadora, tan necesario en estos momentos. No creemos que el gobierno  sea una mera tarea asistencial, ni que las bondades de un gobierno se puedan medir en la cantidad de subsidios otorgados. Por el contrario, creemos que el Ejecutivo constituye instrumento para buscar el desarrollo sostenible de la Nación , con políticas de Estado que promuevan el progreso de la sociedad basados en educación, trabajo, producción, infraestructura y activos sociales que den a cada uno la satisfacción de avanzar y ofrecer una vida digna a su familia con sus propios méritos.

Entendemos la tarea del gobierno como aquella que visualiza el largo plazo y que brinda unas condiciones sólidas para que cada ciudadano, ejerza sus libertades y pueda ser lo que quiera ser. Nosotros sabemos cómo ayudarles a lograrlo. Nuestro partido entiende que entre más fuertes y predecibles sean el Estado de Derecho y las instituciones públicas y privadas, mayores espacios tiene el desarrollo de las libertades individuales y la realización humana.

Nadie mejor que nosotros puede recuperar el orgullo nacional colombiano y transformar ese orgullo en un republicanismo de acción, en un nacionalismo pragmático consciente de los desafíos y oportunidades de la globalización para la Nación y para cada una de nuestras regiones.

No existe proyecto político viable que no se asiente en valores y por eso me siento orgullosa de los valores democráticos y el compromiso institucional que recoge las ideas del conservatismo. Tenemos la capacidad de convocar las mejores mentes y los mejores ciudadanos, para ofrecer un gobierno de ejecución y resultados que se evidencien en el progreso de los 47 millones de colombianos.

Colombia se encuentra en el momento de la verdad. De las decisiones que tomemos en este momento crucial, dependerá el futuro de nuestros hijos. Por ello, tenemos un proyecto de desarrollo nacional para reindustrializar a Colombia entera; impulsar la agricultura y sobre todo, la agroindustria, industrias de servicios y alta innovación con orientación al mercado interno e internacional para aprovechar toda la fuerza de nuestra nación y generar oportunidades de empleo y emprendimiento a todos nuestros ciudadanos.

Orientaremos todos nuestros esfuerzos para que Colombia se gane el futuro y dejemos atrás las limitaciones, conflictos, corrupción y polarización del pasado. Para ello lograremos un Estado que garantice a todos seguridad, imperio de la ley, justicia y educación de alta calidad. Pasaremos de las intenciones a las realizaciones y recuperaremos en nuestros ciudadanos la claridad de que Colombia va hacia adelante. Es de esta manera como lograremos la paz.