Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 5 de Octubre de 2015

CRÍTICOS Y PAZ

De los predictores políticos

El   burletas de Voltaire contaba que un célebre oculista le había  pronosticado a un importante cortesano que este perdería el ojo. Sin embargo, a los pocos meses el cortesano se puso en manos de otro menos pesimista y se curó. Indignado el oculista comenzó a recorrer  todas las universidades de Europa demostrando en sus conferencias por qué el paciente curado debería en realidad haber perdido el ojo… Me parece que algo así está ocurriendo con el llamado Centro Democrático con respecto a las negociaciones de paz. Primero sostuvieron que estas eran imposibles y ahora explican por qué son innecesarias. La última posición del caudillo mostró cuál es en verdad lo que le preocupa en los acuerdos de la justicia, y es que a los aforados como él los puedan procesar por crímenes. Habrá que buscar algún esguince para que los tres mil reclutas asesinados calificándolos de “terroristas” y por cuyos cadáveres los militares implicados recibieron unos doce mil millones de pesos de esa época, permanezcan mudos además de muertos. Y su gobierno no sea acusado. Y que los generales implicados puedan gozar sus ganancias con impunidad. El problema internacional es que esos dineros provinieron de países amigos como Estados Unidos y el Reino Unido que no pueden aparecer financiando un crimen de lesa humanidad. Que así se llama.

La paz parece estar en firme. Apoyada por Washington, La Habana y el Sumo Pontífice. Y esa conjunción de los astros ha cambiado la topografía política. Quienes desde la más extrema izquierda (algunos del Eln, por ejemplo) se oponen a las negociaciones quedaron sin oxígeno al no haber espacio internacional más a la izquierda de Fidel Castro o de las Farc. Y la extrema derecha cuyo nombre vergonzante es una explicación no pedida de “Centro” Democrático, ha quedado más a la derecha del Papa, Estados Unidos y el propio Tea Party. Se han quedado sin oxígeno. Y como el oculista, están intentando demostrar por qué el gobierno Santos en realidad fracasó. Es sobre todo repelente que la exministra de guerra de Uribe que aseguró al país que en dos años le quebraría el espinazo a las Farc, ahora una década más tarde de su diagnóstico fallido esté alarmada por el victorioso acuerdo con un enemigo que no logró derrotar pero cuyo espantajo se utilizó como bandera reeleccionista en el 2006. Por cuanto a esa facción extrema no le fue dado derrotar a las Farc sino a las Far, que es una entelequia que les ha servido para alimentar las antípodas en su campaña de miedo y desconfianza. Las “Far” son a las Farc, lo que el Centro Democrático es al centro o a la democracia.