Mons. Libardo Ramírez Gómez* | El Nuevo Siglo
Domingo, 10 de Enero de 2016

DEFENSA DE LA PROGENIE HUMANA

Confortante toma de conciencia

“Compromiso global ante crisis climática”

                                                                

Finalizando  el año 2015 se dieron cita en París representantes de 195 países para encauzar  acuerdos,  en cuanto a tomar efectivas medidas en la lucha para atajar el cambio climático que se cierne sobre la tierra. Los países más poderosos  se dieron cita allí con expresiones de sincero compromiso, y, en el trasfondo, sin destacar su trascendencia, estaba la voz de esa “conciencia de la humanidad”, como es la Iglesia Católica, que seis meses antes, por medio de su vigilante y carismático Pontífice Francisco,  daba esa gran cátedra de ecología en su Encíclica“Laudato Si, mi Signore”.

Importante haber escuchado la voz de pequeños países, en los que, al igual que en los grandes, se sienten los peligros que amenazan a esta “casa común”, de la humanidad, como llama el Papa a la tierra. Importante el reconocimiento de parte de los causantes de más gases que entran a dañar ese bien común, que es el ambiente, y convenir protocolos globales para sembrar conciencia de lo que cada ser humano puede aportar a la solución colectiva que se impone.

Se advierte que el amenazante calentamiento global afecta con mayor rigor a los países y regiones en donde vive la población más pobre, y, de allí, la importancia de estos foros de carácter universal para afrontar el problema. Ha llegado el momento en el que, ante la necesidad de defensa universal para que sean efectivos los esfuerzos, se unan los países pensando en que si se dejan al margen algunas regiones por pobres, de allí pueden surgir problemas planetarios que van afectar aún a los poderosos. Noble y plausible lo expresado por el Papa ante las recientes conclusiones de esa gran asamblea que  se obre por sentido humanitario, de inspiración cristiana, al tener en cuenta, prioritariamente, a los más vulnerables.

Son alarmantes los datos generales que menciona el Papa Francisco en su Encíclica sobre contaminación, sobre la inminente escasez de agua, sobre la tala de selvas y de bosques, embalses hechos sin ponderación y justa compensación a los damnificados, sobre la creciente merma de biodiversidad en ríos y mares.  El mensaje cristiano, que inspira al Papa, coloca como centro de la creación visible  al ser humano, a favor del cual viene toda la gran tarea de preservar la obra que el Creador puso en sus manos para llevarla adelante. Hay, por ello,  sensible reclamo de todo esta inmensa tarea de preservar el planeta con miras a evitar el deterioro de la vida humana, y a cuanto obstaculice el “derecho a vivir y ser feliz” (n. 43). Por eso, y en medio de todos estos esfuerzos, evitar que llegue a lamentables situaciones, en donde se viva “la cultura del descarte” de seres humanos.

Impresionantes los datos de  FAO, de millones de personas que pueden verse pronto en el “foso del hombre y la destrucción” si no se  pone remedio al desbordamiento de la crisis climática planetaria. Qué bien, por ello, asambleas mundiales como la recientemente realizada. Nos da serenidad ver que sí se están tratando de hacer esfuerzos positivos en defensa de la progenie humana, pero urge difundir el pensamiento de que esto concierne a todos, pues hemos de sentir que “el clima es un bien común, de todos y para todos. (n.23).

Agradecidos a Dios por el bello y rico planeta en el que nos ha colocado a los humanos, enriqueciendo y no empobreciendo a la humanidad con los aportes de la fe,  hemos de tomar conciencia del reflejo de Dios en todo el mundo visible, comenzando por el ser humano al que hizo a su imagen y semejanza (Gen. 1,26), y lo puso a presidir esa don suyo (Gen. 1,29-30). Ubicados allí, unidos en plegaría ferviente como “el cántico de las creaturas” de S. Francisco de Asís, y con esfuerzos globales para defender el planeta, con toma de conciencia y concretos compromisos, sentimos estar ante una confortante toma de conciencia.

monlibardoramirez@hotmail.com

*Expresidente Tribunal Ecco. Nal.