Lo que empezó como un simple rumor en redes sociales, hechos por personas cercanas a pilotos de Avianca y que advertían sorpresivamente sobre el malestar general de los pilotos y la inevitable huelga, ya completa un mes. Como los huracanes, la crisis pasó de categoría 1 a 5 y ahora amenaza con arrasar con todo lo construido en los últimos años en el sector aéreo colombiano e industrias conexas.
Este primer mes convierte esta huelga de pilotos en la más larga del mundo. Para Avianca, cada día de huelga representa 2.5 millones de dólares. Para Colombia ha significado dejar de prestar el servicio de transporte aéreo a 358.000 pasajeros. Y, para la innumerable lista de actividades conexas al transporte aéreo, entre ellas el tursimo, también ya representa grandes pérdidas. Y, así seguirá extendiendose a otros sectores.
Me pongo en los uniformes de los pilotos y estoy seguro de que ninguno de ellos se imaginó que esto se alargaría tanto. Ninguno actuó queriendo generar semejante afectación. Pero el daño está hecho y como en los huracanes, tomará mucho tiempo la recuperación tras el desastre. Es un golpe muy duro a la industria más sofisticada, perfecta e impecable que existe en el mundo sin que en Colombia haya sido la excepción. Una industria que además de generar felicidad en los usuarios, pasión en quienes trabajamos en ella, progreso en las regiones y países en que se desarrolla, genera dinero pues es un vehículo del progreso donde quiera que exista gracias a la magia del transporte aéreo que genera un efecto multiplicador en la economía. La perfecta relación “win –win” cuando todo va bien. Pero cuando todo va mal, todas estas cualidades también actúan y pueden cambiar la realidad en segundos, con un efecto multiplicador negativo en todas las actividades conexas al transporte aéreo, afectando la economía de un país. No esperemos a que esto genere más afectación.
El crecimiento del transporte aéreo se verá aefctado, pero tampoco esperemos que la solución venga de afuera. No va a venir. La justicia parace no entender esta urgencia. No sabemos cuándo pueda sentarse a dirimir el asunto de fondo. O, si pasen otros quince días y se devuelva el expediente porque no se entiende la redacción. No parecen tener afán. Entonces, como un gesto de responsabilidad y amor por Colombia, son ustedes Avianca y pilotos, los únicos que pueden solucionar esta crisis ya.
@ReyesJuanfelipe