“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”
Jorge Luis Borges
Dedico este articulo a mi gran amigo Nelson Osorio Lozano, quien se encuentra en Roma y representa a Colombia como agregado cultural en Italia.
Nelson, es un personaje digno de ser recordado. Su recuerdo es sinónimo de cultura, de sapiencia suma; de gran sabiduría. Haberlo escuchado dando una conferencia, o simplemente, hablando con él en petit comité era algo sensacional e inspirador. Y, es que Nelson sabe de diversos temas y a profundidad. Prueba de ello, se puede evidenciar en su labor en la curaduría de arte de la colección privada de Bancolombia. Además, gran genealogista, como él bien lo decía y así era, pues conocía a profundidad las genealogías de Bogotá, Antioquia y Norte de Santander, además de genealogías europeas.
Sobre Italia, creo que en Colombia no hay un italianista como Nelson. De hecho, tenía la importante condecoración por parte del gobierno de Italia (Stella della solidarietà italiana), como Commendatore di Prima Classe della Stella d'Italia, luego ascendida a la distinción más alta para un diplomático extranjero, es decir, la orden di Prima Classe della Stella d'Italia, a nivel de Gran Oficial.
Nelson es un diplomático nato, y sirvió a Colombia, como embajador plenipotenciario en el Estado Vaticano, en donde se convirtió en una autoridad sobre todo el tema papal, su historia y, sobre todo, un erudito sobre el catolicismo. Además, tuvo grandes relaciones son el alto clero católico, tanto en Italia como en Colombia. A pesar, de su relación natural con la iglesia católica, y de ser un católico practicante, se interesó mucho por el judaísmo. Gran amigo de Israel y de los judíos. Llego a la fe mosaica como el mismo lo dice a través de don Manuel Drezner, gracias a su amistad con su hija Evelyn, a quien conoció estudiando jurisprudencia en la Universidad del Rosario. Y, que lo llevaría a tener una estrecha relación con el gran rabino Goldschmidt y su señora Raquel, promoviendo el diálogo interreligioso.
Describiría a Nelson como alguien de espíritu juvenil, vivaz, y, por supuesto, un erudito. El título de la erudición como dice el, se obtiene al culminar una vida de lecturas, de inmersión en libros, películas, visitas a museos, clases magistrales, viajes, melomanía y, sobre todo, de la generosidad de compartir el conocimiento. Hablar con Nelson es como tomar una clase magistral exprés, aunque hay veces, que ni tan exprés, pues una conversación con el se puede extender por horas.
Nelson Osorio, como una vez me lo dijo el historiador y exembajador Alfonso Ricaurte, es la persona más erudita de Colombia. Sus charlas sobre el libertador Simón Bolívar o Agustín Codazzi, son inolvidables, apasionantes y decisivas. La forma de Nelson para poder abordar la biografía de algún personaje, incluso desconocido y ajeno para muchos, como la señora Gracia Nasi, conferencia que di junto con él.
La vida de Nelson transcurre rodeada de libros, en definitiva, también de música, sobre todo de música clásica y opera. Cinéfilo, más de cine alternativo e independiente. Nelson es como un personaje de alguna novela, o de alguna interesante opera, o un personaje de un filme.
Nelson también fue secretario privado del magnate santandereano Carlos Ardila Lulle, en ese periodo de su vida, me atrevo a decir, que tuvo la oportunidad de enriquecerse a nivel cultural y personal de una forma privilegiada.
En Medellín, su segunda ciudad de Colombia, trabajo para diferentes entidades, una la gobernación de Antioquia. Medellín fue su segunda casa. Y, Roma, su otra segunda casa. Su italianidad que se forjó a muy temprana edad en el colegio Leonardo Da Vinci, lo llevó a interesarse por la estética, la cultura y la gran historia de Roma como Imperio y de Italia luego como Estado; vestigio del Imperio. Las conferencias de Nelson tuvieron lugar en diversas embajadas, sobre personajes propios de los respectivos países, demostrando siempre un gran nivel de conocimiento y profundidad de este. Dante, es uno de sus personajes favoritos. Así también, los avatares por ejemplo de la vida amorosa de grandes personajes eran parte de sus temas de interés.
En política Nelson es centrado, humano e incluyente. Nelson a su manera, es un gran vanguardista y hasta algo irreverente. Su memoria es solo digna de él. Es una catedra magistral itinerante.
Nelson Osorio Lozano, el rosarista, el bogotano de raíces paisas, el hombre con buen humor y de carácter, sincero y prudente a la vez, muy afable y de muy amena compañía para quien estuviera a su lado en aquellos mágicos cocteles en donde se le podía ver. Reconocido por la sociedad bogotana por su erudición y característica casi que, de enciclopedia andante, nos dejará un recuerdo muy grato siempre, y hasta siempre.
Twitter: rosenthaaldavid