En dos meses el Coronavirus ha matado 4.373 personas en el mundo. Cerca de 72 vidas diarias con crecimientos exponenciales. Su tasa de mortalidad está entre 1 y 4%, en los países europeos cerca de 3,6 vidas por cada 100 infectados, es decir, si 100 mil de colombianos se infectarán, morirían 3.600.
Nuestros países en vía de desarrollo enfrentan aún más retos. Nuestra capacidad de atención médica no es la de los países desarrollados. Tenemos mayores límites en términos de número de respiradores y camas hospitalarias.
La tasa de fatalidad de una gripe normal es del 0,1%, y sin restricciones sanitarias por parte de los gobiernos. El Coronavirus en sus primeras dos semanas tenía una tasa de fatalidad del 0,5%. Esta semana está acercándose al 4% y con restricciones sanitarias. Por cada infectado del coronavirus se infectan tres más, por encima del ébola que contagia dos, la influenza 1, o el MERS 0,8.
Este es realmente el problema, si bien la tasa de mortalidad no es alta, la velocidad de contagio es altísima. Iguala la tasa de reproducción del SARS, y con alta probabilidad de superarlo. Todavía no sabemos cómo se comporte su crecimiento en números mayores. China logró contenerlo, en un poco más de 80 mil casos, apagando su economía.
¿Cuantas personas se podrían infectar con un estornudo de un infectado en Transmilenio en hora pico? El número que sea, tendrá una tasa de reproducción de tres personas. De esos algunos morirán. A diferencia de los contagiados que vienen en avión, donde se puede establecer quiénes venían; la trazabilidad en un medio de transporte masivo es imposible.
Lo sucedido en Italia es ejemplo de ello. En un fin de semana aumentó en 57% los casos de infectados, llegando en tres semanas a 10.149 infectados y 827 muertos.
Entre más crezcan los infectados es posible que crezcan también las dificultades hospitalarias. Por eso los países han optado por el aislamiento, el teletrabajo y todo tipo de medidas que detengan la propagación. Si bien golpean la economía, garantizan que los pocos enfermos puedan ser tratados y que el virus cobre menos vidas.
Colombia tiene 1,7 camas por cada 1.000 habitantes, 75 mil camas a nivel nacional. Con los casi 100 mil infectados, el sistema de salud estaría casi dedicado enteramente al virus, esto suponiendo que se enfermen dónde están las camas. Lo que es poco probable por la propagación en clústers.
China y Japón están demostrando que la mejor manera de contener la crisis es restringiendo la libertad de movilidad. El lavado de manos en casa, el uso de antibacteriales con más de 60% de alcohol en todas las estaciones de transporte masivo, el teletrabajo, y el contacto físico mínimo entre humanos, no dar ni recibir nada, es la solución del momento. No es una gripa fuerte, no es influenza, no ataca solamente a las personas mayores de edad. No hay cura. Es mortal por su rapidez de contagio.
No hay que generar pánico, hay un camino a través de la prevención que exige el compromiso de todos. Un país con un mercado tan fuerte como el chino decidió detener su economía para resolver la crisis. La OMS declaró pandemia a nivel mundial, y los países latinoamericanos solo tienen una manera de reducir una catástrofe en términos de vidas: la prevención.