ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 2 de Abril de 2013

Si es caro, no

 

“Lo que se invoca es que haya equidad social”

Toda  política económica conlleva un beneficio social donde prime el favorecimiento privilegiado de los más pobres. Es lo que debe ocurrir con recorte dado por Banco de la República en tasas de interés.

La reducción de tipos de interés debe impactar favorablemente disminución real y efectiva en costo del crédito bancario, principalmente el que requieren  microempresarios, pequeños y medianos productores del país.

Significa que si los codirectores del Banco Central han rebajado  tasas de intervención para ayudar a que haya más consumo y a que los hogares dispongan de recursos menos costosos, los bancos deben ir en la misma dirección: ofrecer menores costos en los préstamos que otorgan a colombianos.

De nada serviría que el BR siga reduciendo intereses como vía para estimular demanda interna, si las entidades financieras no reflejan esta decisión de política monetaria en las tasas que pactan con usuarios y clientes.

Que le puede importar a un pobre o a un rico, a un empresario, comerciante, exportador, estudiante o pequeño inversionista que el Emisor reduzca las tasas de interés, si en los bancos hay plata, pero cara.

No significa que los banqueros salgan mañana a anunciar un festín de rebajas en las tasas de interés de colocación. Se sabe que su desempeño corresponde a la oferta y demanda. El margen de ganancia o de intermediación financiera es la diferencia entre la tasa de captación o pasiva y la tasa de colocación o activa.

Si un banco paga bien por los ahorros, ofrece una tasa atractiva a un ahorrador por un CDT, cuenta de ahorro, cuenta corriente o un fondo de inversión, y al mismo tiempo no cobra demasiado alto por crédito comercial, pues se da un margen estrecho en su intermediación financiera.

Pero si una entidad pacta una renta pobre como ocurre hoy por los depósitos del público, y al mismo tiempo, cobra caros los créditos, pues obtiene un margen de ganancia más amplio.

La equidad y justicia económica dice que toda actividad productiva se fundamenta en producir para rentar.

Un banco no es una beneficencia y sus puertas abren al público para cuidar sus dineros, pero también para hacer utilidades. Ese es su negocio.

 

Lo que se invoca es que haya equidad social y que colombianos no estén expuestos a créditos costosos e impagables. Que las tasas de interés guarden relación con el ritmo de crecimiento de economía, el empleo, el consumo, la inversión, y la capacidad de compra de hogares.

Una nación pobre, emergente, en vía de desarrollo, con empleo rayando el digito, condiciones precarias en salud, educación, déficit habitacional, desnutrición, analfabetismo, poca bancarización, zonas alejadas del desarrollo donde no cuenta el Estado, la tendrá aún más difícil si sus escasas fuentes de financiamiento son caras.