ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 2 de Septiembre de 2014

Todos ponen

 

Cualquiera sea la suerte del proceso de paz con las Farc, el rumbo de nueva reforma tributaria, pago de horas extras, nuevo marco de justicia, y el proyecto de equilibrio de poderes, los hombres de negocios están alineados con el Gobierno. Empresarios son moderadamente optimistas acerca del rumbo político, social y económico. Estiman que el país está por encima de posiciones y condiciones particulares. En el frente de la paz hay sensación favorable en el sector privado. Se estima que a las Farc les llegó la hora del desarme y la reconciliación. Consideran en el sector privado que es incierta la firma de la paz con esa guerrilla este año y subrayan que las Farc ya no tienen tiempo para comprar. El proceso en La Habana deberá concluir con el cese el fuego, reparación de víctimas y justicia para delitos atroces. Empresarios coinciden en que habrá que manejar un alto grado de perdón y tolerancia. Permitir que quienes queden habilitados puedan ir al juego de la democracia.

Marcela Jiménez, presidenta del grupo Marcali, enfatizó que los empresarios colombianos han sabido aguantar, sobrevivir y producir en medio de la guerra de guerrillas. Sin embargo, mucho mejor reconciliación, reparación y desarme.

Mantener hasta 2018 el impuesto al patrimonio es una cuota de sacrificio que asumen los productores para enfrentar a esas guerrillas, dijo. Si hay acuerdo de paz en Cuba, habrá que financiar el posconflicto, eso hay que tenerlo claro, mencionó la directiva.

Para el banquero Enrique De La Rosa Baena, históricamente los empresarios han estado comprometidos y jugados por la paz. Han contribuido con impuestos que de temporales se volvieron permanentes y ahora habrá que esperar el costo del posconflicto. A juicio del directivo es menester sincerar los costos del posconflicto y modular el grado de compromiso político que habrá que asumir. Todos los colombianos van a poner, alertó.

En cuanto a reforma tributaria y extras en la nómina, ambos dirigentes expresaron preocupación. No es sano reformas tributarias cada año. Es malo enviar mensajes de inestabilidad en las reglas de juego. Dijeron que pocos inversores extranjeros se animan a llegar aquí con sus capitales, innovaciones o productos si hay cambios bruscos en régimen impositivo o en garantías jurídicas.

Hay consenso en el sector privado: vendrán ajustes en tarifas de impuestos en la reforma tributaria que en poco llevará el ejecutivo a trámite en el legislativo. Punto crítico para empresarios es el de gravar dividendos de compañías. En cuanto a horas extras les parece complicado para la creación de nuevos empleos. Hoy la nómina está quieta con chance a nuevas plazas. Si se pagan extras será más duro contratar.