Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Octubre de 2015

MIRADOR

Otro café

Comienza  a despejarse el panorama del café colombiano con buenas luces para cultivadores, comercializadores y consumidores. La Federación de Cafeteros cambia su traje para llegar simultáneamente a las familias cafeteras y a escenarios internacionales con un producto rico en calidad y de alta competitividad en el mercado global.

Esta nueva era para el café de Colombia es dirigida por Roberto Vélez Vallejo, cercano al caficultor, conocedor de las faenas del cultivador y adelantado estratega de la comercialización del grano. Un nuevo estilo, un nuevo café, un nuevo enfoque para un nuevo tiempo. El nuevo gerente general de la Fedecafé ya le sirve al gremio sus primeras recetas: trabajar de cara al productor en las fincas sin desatender la dimensión del comercio global del bebestible. En su paso por la embajada de Japón donde aplicó gerencia comercial, vendió marca, productos, servicios e inversiones, le llaman ahora el ‘samurái del café’ colombiano.

De puertas abiertas a sus colaboradores, a los productores y a la prensa, Vélez Vallejo trasciende de lo cotidiano y redimensiona el presente y el futuro de la industria cafetera donde productores y exportadores hacen parte de esa gran máquina de procesar café 100% de Colombia. Llegó de Pereira a trabajar en la FNC bajo la batuta de don Hernán Uribe Arango, aprendió de Jorge Cárdenas los menesteres de la diplomacia; especialista en repotenciar cafés premium generando valor agregado al negocio y al ingreso. No es gobiernista a secas, pero sí cercano al Gobierno, pues no se entendería un zar del café que intente recuperar la unidad gremial y fortalecer la institucionalidad cafetera, en contravía al Presidente de la República.

Empezó a trabajar con las familias cafeteras, visitando productores, escuchándolos y sumando propuestas. Que cuestionen, reclamen, se quejen, pero también que propongan.

La actual coyuntura cafetera mundial no es fácil. La situación de la caficultura nacional es difícil. Cuando no es la roya, la broca, los bajos precios, la escasez de cosechas, es el fenómeno del Niño que amenaza la cosecha, principalmente la que se recolectará en 2016.

La tasa de cambio favorece hoy las exportaciones de café, pero también debe precisarse que a más reintegros, más ingresos se destinan al precio interno de compra de la cosecha. Fundamental proteger el patrimonio del Fondo Nacional del Café, colchón de garantías del gremio, el que permite pagar cada año el precio interno y hacer sostenible la actividad cafetera. El próximo año se deberá renovar el contrato de administración del Fondo Nacional del Café, la carta política del gremio.

En diálogo con este cronista, Roberto Vélez esbozó los principales lineamientos para mejorarle el aroma a la política cafetera, siendo consecuente con sus dos mensajes al mercado: unidad gremial y rentabilidad de la industria.