Iniciar un negocio siempre requiere capital, por pequeño que sea. Por eso, es tan importante el crédito. Los microcréditos son el mercado de los emprendedores. Es el capital inicial para muchos proyectos, y una oportunidad para participar en el mercado. Debemos profundizar su uso haciendo más fácil su acceso y así permitir mayor inclusión financiera en el país.
En Colombia gran parte del empleo depende de las Mipymes, sin embargo seguimos tiendo rezagos en el acceso a crédito. Los microcréditos oscilan entre los 877 mil pesos y los 105 millones de pesos y son para quien tenga activos menores a los 438 millones de pesos. Para el año 2019, el microcrédito tuvo en promedio una tasa del 31,7%, la más alta del mercado, mientras otras modalidades como vivienda tuvieron una de 10,7% o de libranza del 13,8%. En los últimos 4 años, el promedio de tasa para microcréditos ha estado hasta 12 puntos por debajo de la tasa de usura (55,58%) lo que habla de una buena calidad de la cartera. El 93% de los microcréditos son préstamos menores a los 22 millones de pesos, y el promedio de préstamo está alrededor de los 3,8 millones de pesos.
En las últimas dos décadas el microcrédito ha crecido. Entre el 2006 y el 2009 equivalía a 2,4 billones al año (a precios del 2019) y ajustaban cerca de 402 mil créditos otorgados por año. En el siguiente quinquenio, fueron 6,1 billones de pesos colocados en 996 mil créditos otorgados. Entre 2015 y el 2019 ha movido 8,5 billones con 1,6 millones de créditos otorgados por año. Sin embargo, en los tres últimos años el crecimiento interanual ha estado por debajo del 1%. Se está estancando. Esta alerta es fundamental. Sobre todo en medio de la pandemia donde se ha notado un significativo rezago en microcrédito.
Los tres bancos que lideran 77% del mercado son nuevos: nacieron en 2008, 2011 y 2015, Bancamia, Baco de la Mujer y W respectivamente. Banagrario, el banco estatal está en el cuarto lugar en número de créditos otorgados, y el segundo puesto por recursos; aporta cerca del 20% del dinero del mercado total de microcréditos. Un primer análisis nos revela que el banco estatal entrega préstamos promedio de 5,6 millones de pesos mientras el banco privado que lidera el mercado lo hace por 2,6 millones de pesos. Banagrario debería enfocarse también en este mercado de más pequeño.
El caso del crédito agropecuario es aún más dramático. Según un censo agrario hay 2,7 millones de productores agropecuarios. El 80% jamás han recibido crédito. Open Loans concluye que el crédito agropecuario pasó de 236.000 operaciones en 1.991 a 414.000 en el año de 2019. Al ritmo de crecimiento que llevamos nos tardaremos 92 años para tener una cobertura de 1 millón.
Esto sólo para concluir lo que intuimos: el mercado del crédito en Colombia sigue siendo insuficiente para los pequeños. El hecho contrasta con que, según cifras del DANE, las mipymes representan más de 90% del sector productivo nacional y generan el 35% del PIB y el 80% del empleo.
El reto más importante de nuestro país es la garantía del derecho a la participación en la economía. No puede ser meramente formal, sino concreto y con desarrollos precisos que pasan por garantizar el acceso al crédito y las condiciones de protección de los pequeños negocios frente a los grandes, que compiten sobre todo con su capacidad de convertir todo en negocios financieros. Este será uno de nuestros propósitos en la nueva legislatura.