Es tiempo de Navidad y Año Nuevo, quedan la fraccionada ley de financiamiento fiscal, el discutible ingenio de algunos senadores y representantes, el temor ante el aumento del costo de vida, suponíamos acción parlamentaria distinta, nuevo liderazgo, queremos que prosiga el esfuerzo de disminución del gasto público, el encauzamiento de inversiones, parar la corrupción, dignificación de la administración de justicia, la reforma educativa y muchas cosas más, pero merecemos unos días tranquilos, recordar momentos buenos y malos, evocar la vida de familiares que se fueron, afianzar vínculos de amistad, ver con óptica positiva el futuro.
Oportuno que los voceros del Centro Democrático, de los Verdes, de Cambio Radical, de la Farc, de Liberalismo y Conservatismo, de la Colombia Humana, del Mira, de las colectividades, tomen vacaciones, abran mentes y corazones.
Los electores esperamos que en el Congreso, en el 2019, progresen iniciativas tendientes a la movilización de Colombia, que la rama actúe con sindéresis, no presionada por barras con ratones y necesitada de exorcismos. ¿Es mejor su imagen? Los ciudadanos anhelamos menos negativismo, mayor altura aun reconociendo la labor de parlamentarios que ejercen bien su trabajo, no pedimos fabricar de carrera leyes sino providencias razonadas útiles y constructivas, tampoco urge apresurar cientos de aprobaciones insensatas, ello no significa que la Democracia funciona.
El mundo sigue girando, corresponde disfrutar del ocio sin distingos de clase, aligerar cargas, disminuir la angustia de buscar recursos para pagar prediales, gravámenes de valorización, poner buena cara a los fenómenos del Niño o de la Niña, preocuparnos menos por los yerros de los mandatarios del planeta, que los aviones rusos no vuelvan a Venezuela ni las autoridades de Nicaragua se lleven más barcos en el área del meridiano 82, noticia preocupante y oculta, que los isleños de San Andrés y Providencia pesquen tranquilos. Renovamos el reconocimiento a las Fuerzas Armadas, a los soldados que sirvieron bien y ahora pasan a la situación de buen retiro, merecedores de tratamiento digno.
Deseamos que el presidente de la República, el gabinete ministerial, la cúpula militar, ejerzan sus funciones con sentido común, sin actos administrativas cargantes durante estas festividades. Quienes elegimos a Iván Duque lo hicimos convencidos de votar por la mejor opción, que el don del acierto lo acompañe. Los seres humanos confiamos en el mañana, dedicados a la educación no podemos garantizar a los jóvenes el futuro pero perseveraremos en prepararlos para que vivan con apego a la moral, la civilización y la cultura en una patria de la cual nos sentimos orgullosos. A nuestros compatriotas, en ciudades y campos, en cimas y valles, a todos, Paz y Tranquilidad. ¡Feliz Navidad!