RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Septiembre de 2012

Los juristas del horror (V)

 

No hay necesidad de ir a la Alemania de Weimar para entender la llegada de Santos al poder. Donde el neosocialismo mediático, el relativismo moral, el cinismo gubernamental junto con el neomarxismo del siglo XXI en Bogotá, hace de las suyas.

Los rancios y frívolos medios de comunicación bogotanos viven el orgasmo de la paz. Se quieren tragar el sapo enterito pero bien untadito de miel mermelada.

No nos importa lo que sucede en las regiones donde el azote de las Farc y demás grupos delincuenciales continúa. No nos importan los niños que tienen secuestrados las Farc para la guerra. A ningún medio de comunicación le importa. Que lo diga Herbin Hoyos a quien le están aplicando su campana del silencio.

Ni siquiera a la senadora Gilma Jiménez quien los defendía a capa y espada le importa. Ella debería ser la primera en salir en defensa de los niños, pero guarda silencio. Tal vez, la llegada de Lucho Garzón a la locomotora burocrática santista complica las cosas para el partido verde.

En la Alemania de Weimar, los poderes ejecutivo, legislativo y judicial hicieron de las suyas. En Colombia hacen de las mismas para que nos llegue un Hitler colombiano al poder

A la sociedad alemana le pareció atractivo el surgimiento de Hitler. A la sociedad colombiana le parece atractivo el surgimiento de Timochenko y sus amigos en la arena política. ¿Por qué se tiene que negociar con Timochenko, lo que no se negoció con el loco Barrera? Ahí está el relativismo moral del gobierno de Santos.

Las Farc expresan que la oligarquía tendrá que asumir los costos del proceso de paz. Comenta Ocampo que la guerra de los mil días nos costó una cifra cercana a los 25 millones de pesos oro de la época ¿La oligarquía estaría dispuesta a costear una cifra similar o proporcional en valor presente?

Nos quedaremos, entonces, con la humillación y la derrota. Muestra de lo anterior es que mientras la rancia oligarquía bogotana vive el orgasmo de la paz, al coronel Alfonso Plazas Vega lo tienen condenado desde hace 5 años en una cárcel sin que nadie se oponga a ello.

Les recomiendo la lectura de Plazas Vega es inocente, con base en la Ponencia de Salvamento de voto del Magistrado Lara Acuña. Por lo menos, un valiente magistrado que no se tragó el sapo.

Se pregunta Natalia Springer: ¿Pactando con el diablo? Si Santos pactó con Chávez, por qué no podrá hacerlo con las Farc, Natalia. ¿Los de las Farc sí saben con quién están negociando?

Puntilla. ¿Que a José Obdulio Gaviria no lo leía nadie?  La estupidez no se le niega a nadie. La estupidez debería ser un derecho fundamental, según Dussán del Polo Democrático.Bogotá está trabada ¿con qué la curaremos?