¿Y si me quedo qué?
Los dos últimos candidatos por el Partido Conservador en Bogotá, Diego Arango y Jorge Leyva, vivieron el mismo martirio que el Dr. Dionisio Araujo.
Primero les prometen el oro y el moro. Después les dilatan el apoyo. Para llegar a un punto muerto donde el candidato no tiene nada más que renunciar.
La falta de candidato propio del conservatismo en Bogotá lo ha conducido al lugar que le corresponde. Con tan solo 45.000 sufragios en la última elección popular. Lo único que le falta es un certificado de defunción.
Esta vez se lograron llenar todas las listas al Concejo y las Juntas de Acción Comunal. Quienes conocen de la mecánica electoral, saben lo difícil que es llenar las listas de un Partido.
Para las elecciones del 30 de octubre contamos con jóvenes entusiastas y con ganas de participar en política en nivel local. Juan Pablo Camacho como edil de Chapinero y, con toda seguridad, futuro senador por Bogotá. Laura Lattanzio como edil, también en Chapinero. Mario Ramírez en Usaquén. Más mujeres que hombres, curiosamente. Gloria Díaz y María Elisa Uribe Vegalara, por ejemplo, para el Concejo.
Los actuales senadores y representantes de la República del Partido Conservador, ni la Dirección Nacional, brindan su apoyo en Bogotá. Resulta que entre todos ellos alcanzan una no despreciable votación aproximada de 180.000 votos.
El 30 de septiembre venció el plazo para continuar o retirar la candidatura. El Dr. Dionisio explicó sus razones. Todas válidas. Nixon Pabón Núñez, con una realidad política sorprendente, soltó la bomba atómica consistente en apoyar a Peñalisa, digo Peñalosa.
Dirigí la mirada al auditorio. El grito fue unánime: “¡Noooooooooooooooo!”. Me acordé, en ese instante, de la canción de Santiago Cruz: ¿Y si te quedas qué?
¡Quién dijo miedo! Aparecieron las alfombras voladoras al mejor estilo de las Mil y una Noches. El gato volador. Las sillas. Los platos. Los vasos. Y yo, agachadito, me fui alejando para donde Arturo Rodríguez y su combo a quien le pregunté: “¿Alguien llamó al Smad?”.
El evento terminó, como terminó. Lo que mal comienza, mal termina. Al PC no le irá bien en Bogotá. No tengo claridad a escala nacional pero con las ayuditas de Corzo, como para qué más. Cuando salí, con la cabeza gacha y una desazón interior, me acordé de la famosa frase: “¿Cuándo volverá el Partido Conservador al poder? ¡Cuando se lo merezca!”.
Finalmente, ante la actual situación, al mejor estilo de radionovelas como El derecho de nacer, y como diría el fallecido dirigente conservador don Jorge Leyva: “¿Matará Caín a su hermano Abel?”. Espere el próximo capítulo.
Puntilla. Pasó el TLC con E.U. y nadie le agradece al ex presidente Uribe por su gestión. Ni Santos. Ni los gremios. Ni nadie. ¡Tan retrecheros! Como diría quien sabemos. En Bogotá nos la pasamos de simulacro, en simulacro. Samuel: ¡renuncie! Se viene el enclave sobre San Andrés.