RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Diciembre de 2012

El Petro caos 5

 

Hizo  méritos  Aureliano Buendía (a: Gustavo Petro) para estar presente en esta columna de opinión. No cualquiera los tiene. Gustavo Petro cumplió un año en el Palacio Liévano. Un año que ha sido nefasto para Bogotá.

Mientras la ciudad se cae por pedacitos, no nos hemos dado de cuenta, como dicen en Boyacá, de la encerrona que está dirigiendo Petro desde la Alcaldía para imponer el modelo chavista.

Los atropellos a la libertad que está realizando Petro, han sido con un claro objetivo: atacar a la rancia y frívola sociedad bogotana. Primero fue con los toros, después con los conciertos, luego con las basuras. Dividió a los bogotanos con el pico y placa, medida que no ha servido para nada.

Si de hacer la lista negra se trata, la clase política bogotana tiene una alta cuota de responsabilidad. El Concejo Distrital no ayuda para nada. Nadie realiza un debate de control político. Mucho menos ahora que repartirán el presupuesto. No es cualquier cifra. Hablamos de 13 billones de pesos con un posible aumento del cupo de endeudamiento.

Petro fue elegido con un poco más de 700.000 votos. Bogotá es una ciudad de más de 8.000.000 de habitantes. ¿Por qué la sociedad bogotana permite que le suceda todo lo que le sucede?

Como Peñalosa contaba con el apoyo de Uribe había que derrotarlo a como diera lugar. En eso; tanto Gina Parody, como Galán chiquito, junto a Luna tuvieron una alta cuota de responsabilidad. Un año después todos ellos hacen parte de la mermelada santista.

El chiste de la calle 26 nos costó más de 60 millones de dólares. Mientras tanto, Samuel hace fiesta. Y la sociedad bogotana lo permite.

La ciudad está sucia. Dejada y abandonada a su suerte. Los servicios públicos comienzan a fallar sin ninguna explicación. Por la noche, parece una ciudad fantasma del siglo XIX. Los recicladores. ¡Por Dios! Estamos en el siglo XXI. La Avenida Caracas es tierra de nadie. Ni hablar del Bronx. En Bogotá, la autoridad brilla por su ausencia.

Consumo de droga a la lata. Ahora, en vacaciones, el espectáculo es peor. Yo no sé, quien queda más trabado: Si mi perro Matías o yo  cuando salimos a caminar por la mañana temprano.

Las vías están destruidas. La movilidad en 0. La Plaza de Bolívar. Pobre Américo Vespucio. El grafiti del M-19 en la puerta del Palacio de la Justicia sigue. En Ciudad de México limpiaron en menos de 24 horas los grafitis de los encapuchados.

Ni hablar de mis amigos los capuchos de las U. Públicas. Y no le respondió a Felipe Zuleta Lleras. Por alguna razón, será. Y se vienen los colegios públicos.

Puntilla. ¿Hasta cuándo Petro continuará con su caos?  Hasta cuándo la rancia y frívola sociedad bogotana lo permita. Señora Canciller Holguín: ¿por qué no te callas?