Cada año en el mundo se matan unos 100 millones de tiburones, es decir un holocausto diario de 275.000 animales y esto con el fin de cortarles las aletas y volverlos al mar aun vivos, desperdiciando los millones de kilos de su carne. Esto tiene fines comerciales para satisfacer el gusto refinado de chinos y japoneses primordialmente, que consumen la famosa sopa de aleta de tiburón. Esta practica indolente y criminal está siendo controlada por varios países, dentro de ellos Colombia, que en el anterior gobierno profirió una ley prohibiendo la pesca indiscriminada de estas especies, incluida la raya que pertenece a la familia de los escualos.
El actual gobierno ha echado para atrás dicha medida, bajo el argumento de que es una forma de vida de los pescadores del Caribe y Pacifico, lo cual no es cierto, porque los mares ofrecen infinidad de especies de fácil reproducción y gran calidad alimenticia. Lo que pasa es que las aletas del tiburón y la raya, especies cartilaginosas son muy bien pagas por ese comercio. Pero afortunadamente en el Congreso existen parlamentarias ambientalistas conscientes y defensoras de los animales, que están presentando una nueva ley que prohíbe y penaliza la pesca industrial de estas especies.
Quiero dejar claro que personalmente tengo motivos profundos para salir en defensa de los tiburones y rayas, pues soy buzo avanzado certificado Padi, con muchos años de esta práctica y he aprendido a conocer y querer a estos hermosos y útiles escualos, que cumplen con una tarea maravillosa en la vida subacuática. Los tiburones se encargan de la limpieza de animales enfermos o muertos en el mar, es decir, son carroñeros, limpian las aguas de especies en descomposición, manteniendo de esta manera el equilibrio medioambiental submarino.
También quiero dejar claro y descorrer el mito equivocado que los tiburones son asesinos. Eso no es cierto. Los tiburones se alimentan o se defienden, comen solo una o dos veces por semana, por lo general nunca atacan al humano y lo digo con propiedad porque buceando he compartido con bancos de tiburones de distintas especies en muchos mares del planeta, aun con los enormes tiburones ballenas, tigres y martillos entre otras especies mas.
El tiburón es un animal inteligente, posee un cerebro pequeño pero bien dotado, es sumamente curioso y al buzo lo respeta, cuando ellos por curiosidad se acercan, se les da un pequeño golpe en la nariz y de inmediato se alejan. Los ataques a humanos que se registran, casi siempre son a los surfistas o nadadores de superficie, pues los confunden con sus presas de alimento que son las tortugas, focas y lobos marinos entre otros. Es mas, cuando ellos han atacado a una persona por confusión, al probar el sabor de la carne humana, la regurgitan, no soportan la acidez de esa sangre omnívora que es la del hombre.
Por todas estas razones es que me alegra saber que se vuelve a prohibir la pesca industrial del tiburón, lo cual también sorprende la ignorancia de aquella ministra de agricultura de este gobierno, que públicamente manifestó su apoyo a la pesca indiscriminada de tiburones y rayas. ¡Por eso debemos salvar a los tiburones!