Lo del 4 de agosto en la Avenida Bolívar, de Caracas, pudo haber sido un atentado fallido o un autoatentado exitoso, pero, en todo caso, es una prueba de cuán insostenible y frágil es, hoy por hoy, la dictadura chavista.
Adicionalmente, el 4 de agosto ha servido para que el mundo entero empiece a conocer al Movimiento Nacional Soldados de Franela (MNSF), que asumió la responsabilidad de los hechos.
Por supuesto, la violencia ha de proscribirse como método político en todo tiempo y lugar, pero, en perspectiva histórica, podría pensarse que el MNSF viene a ser como Harmodio frente a Hipias en la antigua Grecia, constituyéndose en heredero de la interesante corriente católica concerniente al tiranicidio.
De hecho, San Agustín aseveraba en el siglo IV en ‘De libero arbitrio’ que no le parecía ley aquella que fuera injusta ; Santo Tomás sostenía en su ‘Gobierno de los príncipes’ que “si de derecho pertenece al pueblo elegir Rey, puede justamente deponer al que habrá instituido y refrenar su potestad, si usa mal y tiránicamente del poderío Real”; y el padre Juan de Mariana afirmaba, en 1598, en su tratado ‘Del rey y de la institución de la dignidad real’, que “es lícito sacudir el yugo de la tiranía por medio de la justicia, de las leyes y aún por el de las armas”.
Para no ir muy lejos, a quienes nos encanta el Estado de Virginia y valoramos la alegoría de su escudo (sugerencia de George Mason), donde aparece la virtud sometiendo al déspota al amparo del lema ‘Sic semper tyrannis’ (Así siempre a los tiranos), encontramos también en los Soldados de Franela una evidente relación con T. Jefferson, o mejor aún, con B. Franklin, cuando proponía para el escudo de los EE.UU., aquello de ‘La rebelión frente a los tiranos es obediencia a Dios’.
No en vano, el MNSF se define en Twitter como una tendencia social integrada por “militares y civiles patriotas y leales al pueblo de Venezuela que buscan rescatar la Democracia de una nación en dictadura”.
Fundado hace solo cuatro años, el Movimiento asegura que tiene “la finalidad de agrupar a todos los sectores de la resistencia a nivel nacional para lograr efectividad en la lucha contra la dictadura, siempre con organización y convicción”.
Asimismo, el MNSF les pide a los venezolanos que salgan a las calles “para la toma y consolidación del poder”, al tiempo que proponen una “junta de gobierno de transición” con el fin de celebrar “elecciones verdaderas”.
Como sea, a ellos les asiste la razón en el diagnóstico cuando expresan que “es contrario al honor militar mantener en el gobierno a quienes han hecho de la función pública una manera obscena de enriquecerse y envilecerse”.
En otras palabras, exactamente lo mismo a que se refería el padre Mariana en su definición del tirano: “... aquel que manda a súbditos que no le quieren; el que quita la libertad de la república con las armas; el que no mira por la utilidad del pueblo, sino que atiende sólo a su engrandecimiento y a entender el dominio usurpado”.