Tendencias | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Enero de 2017

Muy seguramente la economía global crecerá este año en un rango cercano al 3%.

Podría ser ligeramente menor, aunque algunas regiones tienen la previsión de un guarismo mejor.

La situación social, económica y política de la eurozona no es fácil principalmente por desempleo, refugiados y terrorismo.

El panorama en Estados Unidos asoma interrogantes a partir del próximo 20 de enero cuando asume funciones el Presidente Donald Trump.

La disminución de impuestos para ricos y pobres y la recuperación de empleo haciendo que empresas norteamericanas inviertan más en su país que en el exterior, hacen parte de la estrategia de la nueva administración para recobrar confianza ciudadana.

Tensiones fronterizas, relaciones con Moscú, la frontera con México, desviarían la atención de la Casa Blanca, en tanto que los ciudadanos piden mejor cobertura en salud, mayor ingreso, protección del empleo frente a los residentes extranjeros y seguridad frente al terrorismo.

Alemania espera alcanzar una tasa superior al 3% basada en empleo, inversión y exportaciones. La atención de refugiados es el punto crítico a resolver en consenso con el resto de Europa.

Inglaterra intentará sobrevivir fuera del bloque europeo con una tendencia alcista en crédito hipotecario y desempleo.

España, intentará mejorar confianza inversionista, reducir desempleo y controlar llegada masiva de migrantes en busca de trabajo.

La situación es complicada, tanto que las remesas que extranjeros residentes en España envían a sus países de origen han caído 30% el último año.

En América Latina, hay indicios de que la economía de varias naciones seguirá en niveles del 2,5 y 3%.

Venezuela con una megainflación solo tiene dos caminos: retirar del poder al dominante Maduro o seguir sumida en caos social y rebelión popular. Seguirán cierres de frontera con Colombia, faltarán alimentos en tiendas y supermercados, violencia callejera y persecución política del Gobierno contra opositores libres y en la cárcel.

Argentina y Brasil tienen el reflector puesto en dirección de corrupción política y financiera. Dos países que no logran reacomodar cargas económicas debido al enrarecido clima nacional oscurecido por saqueo a las finanzas públicas.

Colombia, a su vez, junto a Chile y Perú, el país con menor grado de incertidumbre en los mercados financieros.

La economía colombiana podría crecer un poco más del 3% este año, aunque requiere arriba del 5% para atender demanda de empleos, mejorar consumo, reactivar inversión y atraer capitales foráneos.

La subienda de enero en precios al consumidor podría desembocar en un rio revuelto de inconformismo social.

Las aguas lucen turbias al iniciar 2017 debido al encarecimiento de productos básicos de la canasta familiar y mayores tarifas impositivas con la nueva reforma tributaria.

 

El salario mínimo de más de 2,5 millones de trabajadores aumentó 7%. Sin embargo, tenderos de barrios, plazas de mercado, restaurantes, bares, materiales de construcción, ferreterías, hoteles, abonos y fertilizantes para la agricultura, suben más del 10%.

Un 2017 que ya evidencia la necesidad de ‘armarnos’ de paciencia y moderado optimismo. La pobreza seguirá siendo la gran cuenta social a pagar.