Tibieza gubernamental | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Enero de 2025

Desesperante es la tibieza del presidente Petro y su gobierno cuando se trata de enfrentar hechos, situaciones, decisiones o acciones que hagan referencia a su vida privada, pública u ocasional, cosa que contrasta con sus reacciones y pérdida de control si tocan sus actuaciones y decisiones.

Este país, al igual que lo hicieron importantes, medianas y pequeñas comunidades del mundo, -con excepción de grupúsculos venezolanos y efusivas minorías izquierdistas- rechazaron la forma como la dictadura venezolana siguió alterando las libertades, la democracia y las leyes que fueron implantándose desde cuando llegó el chavismo.

La camarilla, comandada por Maduro, “Dado Cabello” y un vendido ejército se fue con toda, robó las elecciones y montó un régimen de terror para seguir con el mando absoluto en Venezuela. Entre tanto el “tibio” Petro y su canciller aceptaron el robo electoral y todas las fechorías, más se abstuvieron de asistir a la usurpación del gobierno, pero se hicieron representar en el juramento carente de legalidad.

El gobernante de Colombia, tibio, suave y azulado se envalentona, insulta, enjuicia, acusa y difama a quien o quienes se atrevieron a censurar esa manera de actuar por una dictadura que aniquila las leyes y la democracia para beneficio de los millones de habitantes que aún quedan en el vecino país. Tenue e indiferentemente advirtió los perjuicios que traía para Colombia, el apoyo que le daban a la guerrilla, a la droga y demás daños que fomentan en nuestro territorio.  

Petro odia a los buenos que no toleran sus terquedades, alcaldadas y errores. Con insultos, mofas y agravios descalifica al legislativo cuando se atreve a negarle la aprobación de fanáticos proyectos que solo buscan ampliarle sus poderes y caprichos.

Momento a momento quiere dejar institucionalizada una reforma a la salud a su medida y capricho, que antes funcionaba, pero que a raíz de la llegada del “cambio” y “minJaramillo” se descarriló. Las colas de pacientes son interminables, cada vez escasean hospitales, centros de salud, personal médico, tratamiento de muchas enfermedades y medicamentos. Los famosos centros de atención fueron contratados por Petro y MinJaramillo sin que se sepa cómo se hicieron y negociaron. Y si se mira el caso de la UPC, todo se vuelve más crítico, porque ese dinero no alcanza para su funcionamiento. La tibieza de Petro ha impedido alcanzar los niveles reales y necesarios.

El acusador Presidente dice, sin justificación, que “muchas EPS, están haciendo un robo continuado” y ha pedido una investigación forense sobre el tema. No se refirió a las cifras que indican la reducción de los aportes a la salud en un 50% entren el 23 y el 24. La salud desaparecerá, mientras millones de colombianos, solo tienen una salida: el cementerio.

Así se maneja un gobierno tibio para lo importante, pero duro para para el despilfarro y la corrupción.

BLANCO: Los duros golpes y acosos contra la prensa que impulsa Petro fueron denunciados por el colega Luis Carlos Vélez en Semana. Así parece preparar elecciones a la venezolana.

NEGRO: Increíble que la austeridad que busca este gobierno no toque los excesivos gastos del avión presidencial, viáticos e inutilidad de tantos viajes.