Un gran proyecto para Colombia | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Diciembre de 2019

“Impulsar negocio de madera para acabar narcocultivos”

Son muchas las personas que consideran que se debe dar un cambio a la política desarrollo del país. No es posible y es absurdo que del 70 por ciento de nuestra geografía en la periferia del país los únicos cultivos que subsisten  son los ilegales. Y el hecho de que esos cultivos ilegales dependan de bandas armadas determina que la violencia se perpetúe en esas zonas olvidadas de Dios. Resulta que la violencia endémica que soportamos tiene que ver con muchos cultivos ilícitos puesto que las bandas mafiosas explotan a los campesinos y les dan una miseria por planificar en esos cultivos clandestinos.

El Gobierno nacional ha resuelto combatir los cultivos ilícitos para bajar su rendimiento y el número de hectáreas, pero de todas maneras sigue siendo  un factor desestabilizador en el país. Y lo que es peor, las Fuerzas Armadas se ven afectadas porque cuando tienen que ir a patrullar en esas zonas carecen de respaldo. Y en algunos casos según me informan se quedan en los pueblos con la población civil, pues si salen de allí atentan contra sus vidas a mansalva.

Debemos pensar en una política de desarrollo que elimine para siempre los cultivos ilícitos, si nosotros sembramos ocho millones de hectáreas de bosque tropical se produciría un gigantesco impulso al desarrollo y bienestar colectivo, puesto que  el negocio de la mandara es de los más rentables del mundo. Y nosotros tenemos la experiencia de Brasil donde en la misma tierra con una misma capa vegetal muy delgada han logrado sembrar de todo y hasta trigo.

Por supuesto,  aquí en un tema como este tan importante como funciona en Brasil con esos cultivos que han transformado la agricultura y la ganadería de esa gran nación.

¿Cuáles son las ventajas que tenemos los colombianos en nuestro territorio de la periferia? Tenemos tierra, agua permanentemente y sol que se desperdician si se utilizan para cultivos ilícitos, la prosperidad del negocio de la madera es tan grande que al sembrar ocho millones de hectáreas,  las antiguas Farc, los paramilitares, los campesinos y todo los rústicos de la región se beneficiarían.

Desde luego en Colombia tenemos valiosas experiencias como lo del plan Vallejo que permitió utilizar las zonas francas para el desarrollo.  Naturalmente, sería importante atraer a los grandes empresarios del país para que inviertan en el negocio de la madera y en la infraestructura. Esa trasformación del campo favorecerá a millones de seres y el Estado como lo hizo el general De Gaulle en Francia, con tanto éxito, lo cuál fue la fórmula del General. Los chiquitos, los  medianos y los grandes cultivadores estaban en el mismo costal y recibían el apoyo del Estado. Aquí se pretende satanizar a los grandes empresarios que quieren invertir en el campo en la zona de la periferia, eso es absurdo. Esos empresarios son creadores de riqueza y debemos apoyarlos.

Esa relación de las diversas clases sociales y de los campesinos de distinta condición uniría en un gran proyecto a nuestros paisanos, lo cual transformaría positivamente esas regiones.

Esa obra de infraestructura que se requiere para esa región será vital para el negocio  si bien algunas maderas se pueden mover por los ríos.

El Presidente Iván Duque está explorando diversas metas para el desarrollo de Colombia, puede encontrar con una verdadera panacea en este caso.

 La obra de infraestructura se puede hacer como se hizo en Brasil, que transformó a ese país y ha generado muchas riquezas. Que además permite promover la unidad nacional.

Es preciso apostar en grande y entrar a competir en un mercado gigantesco y multimillonario que es el mercado de la madera. Los campesinos colombianos encontrarían  ahí un baluarte inmenso para crear riqueza. La experiencia colombiana con la Caja Agraria y los préstamos que se les daban a los campesinos de muy bajos recursos ha sido muy alentadora porque ellos haciendo enormes sacrificios, pagaba siempre cumpliéndole a la Caja Agraria. Esta vez se repetiría automáticamente el progresivo aumento de cultivos en la periferia del país, beneficiando a millones y millones de seres. Tiene el presidente Duque información preciosa de los minerales estratégicos que tenemos en el perímetro del país. Sus antepasados antioqueños expandieron las zonas de cultivos nuestro territorio, muy seguramente esto volvería a ocurrir, pero además, es de anotar, que en esa zona de la periferia tenemos oro, petróleo, gas, y una fortuna  gigantesca sin explotar. Es la hora de seguir las ideas de Álvaro Gómez Hurtado que era partidario de desarrollar la periferia del país. Si lo logramos,  el presidente Duque pasará a la historia como uno de los gobernantes más capaces de nuestra historia en Latinoamérica. Por fortuna Duque no le teme a improvisar, y entiende las ideas del caudillo Álvaro Gómez con miras a trasformar  nuestra nación.