Me ha sorprendido que en medios de comunicación califiquen de derrotado al Centro Democrático; cuando nuestro partido creció. Claro que perdimos Bogotá y Medellín, que hubiéramos querido ganar y crecer más, pero es innegable que avanzamos.
Pasamos de tener una gobernación en el Casanare que mantuvimos, y le agregamos tres más y otras dos en coalición. Crecimos en un 42% en el número de votos comparados con las elecciones de 2015, sumando más de 3,2 millones. Quiero felicitar a Jesús Galindo que llegó a gobernar el Amazonas, a Salomón Sanabria en el Casanare, Eliecer Pérez en el Vaupés y Álvaro León en el Vichada. Con ellos trabajaremos para demostrar que podemos gobernar de manera sobresaliente. Trabajaremos unidos para mostrar que somos capaces de hacerlo muy bien.
En alcaldías crecimos también muy significativamente; de 56 alcaldías pasamos a tener 121, y 70 adicionales coavaladas. Hay que resaltar que fuimos la segunda votación en 200 municipios adicionales, que en su gran mayoría ocuparán una curul en el Concejo. Estas cifras hablan de un gran éxito. Subimos 65% en el número de votos comparado con hace 4 años. Con el dolor, por supuesto, muy grande de la pérdida de la Alcaldía de Medellín. Un extraordinario candidato, una gran agenda para la ciudad. En Medellín somos la fuerza mayoritaria en el Concejo, y en Bogotá sostuvimos nuestras 6 curules.
Cálculos preliminares del preconteo nos dan un aumento del 38% en número de votos para Concejos, y de 29% para asambleas, pasando de 28 diputados a 42.
Las elecciones locales son muy distintas a las nacionales. Aquello lo demuestra por el hecho de que casi nada en lo local, en las elecciones de Congreso 2014 y 2018 obtuvimos el mayor número de congresistas en el Senado. Logramos contra todo pronóstico ganar el plebiscito de 2016, y pusimos presidente de la República en el 2018. Es un gran resultado para un partido que solo tiene cinco años de existencia.
En las elecciones locales el voto de opinión es más esquivo; la preponderancia de los poderes locales y los excesos de dineros son evidentes. Ante esa circunstancia quienes estamos en la política tenemos dos opciones; entrar en el juego de la politiquería, o enfrentarla con candidatos cívicos y tratar de cambiar las costumbres políticas. Por supuesto, estamos jugados en esa última, queremos que el voto de opinión, la libertad ideológica sea una realidad en lo local. Es dificilísimo, pero es el único camino posible para mejorar nuestra administración local.
En muchas regiones aparecieron nuevos liderazgos en esta campaña que quiero exaltar. Colombianos honestos, en general ajenos a la política, que en un acto de valor y de amor por su tierra enfrentaron maquinarias inyectadas de todos los vicios de la politiquería. En contra de los ríos de dinero defendieron convicciones e ideas. Gracias a todos ellos. Haciendo este tipo de política no importa que no hayamos ganado, estamos avanzando en la derrota de la politiquería. Avanzamos y seguiremos avanzando hasta ganar.
Me siento muy orgullosa de lo que hemos logrado. Un partido que prefiere hacer lo correcto, antes de pensar en ganárselo todo, va por buen camino. Vamos aprendiendo, y estoy segura que mejoraremos y venceremos. Gracias a todos los ciudadanos que nos acompañaron para seguir defendiendo nuestra Colombia.