VICENTE TORRIJOS R. | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Junio de 2014

PLANETARIO

Iatrogenia política (I)

Se  entiende por 'iatrogenia' todo daño producido por el propio médico (iatros) durante el tratamiento emprendido, así que cuando se trata de cuestiones políticas puede hablarse de los errores que, producidos por el gobernante, o candidato, lo llevan al fracaso.

Por eso resulta tan interesante emprender un seguimiento sobre la conducta de la todopoderosa campaña reeleccionista para descubrir, de aquí hasta la segunda vuelta, cuáles son los errores que, heredados de la primera, pueden explicar por qué se perdió la Presidencia.

Eso significa que en vez de ser “generales después de la guerra”, vale la pena estudiar desde ahora, sobre la marcha, cómo se van encadenando los desaciertos hasta conformar una parrilla de eventos desafortunados que conducen al desastre.

Y como hay suficientes elementos que vienen acumulándose desde hace tiempo, el ejercicio no es tan solo una especulación, con lo cual, tampoco es preocupante si luego la hipótesis se desvirtúa puesto que, al fin y al cabo, se trata de un razonamiento basado en rasgos prospectivos cuya principal virtud reside en la arquitectura del problema más que en el resultado propiamente dicho.

Dicho de otro modo es interesante tratar de entender cuáles fueron los errores cometidos por la campaña Santos de tal modo que, formando un hilo conductor, se consolidaron durante el mes de mayo y se extendieron hasta el balotaje, creando así las condiciones para que el adversario, manteniéndose reposadamente en su lúcida línea de conducta ideológica, alcanzase la victoria para reconducir al país por la senda que originalmente había sido escogida en el 2010.

Que es, precisamente ahí, donde todo tiene su origen, puesto que al ignorar la voluntad popular y elegir una ruta completamente distinta a la que tenía en mente el votante que le dio la victoria hace cuatro años, el candidato-Presidente generó un choque cognitivo de tal magnitud entre los ciudadanos que, a la postre, ni siquiera se inmutaron cuando vieron cómo Antanas Mockus terminó vanagloriando al Presidente, ofreciéndole su voto y diciendo que él mismo no hubiera podido hacer mejor gobierno.

En pocas palabras, se configuró en Colombia una terrible paradoja consistente en que los electores de Mockus en el 2010 terminaron siendo los votantes de Santos en el 2014, y quienes confiaron en Santos hace cuatro años son los que ahora están eligiendo a Óscar Iván Zuluaga.

Continuará...