El arte de mentir | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Septiembre de 2024

Una de las características obsesivas del presidente Gustavo Petro es su enorme capacidad para mentir. Él se sustrae de la realidad haciéndose a sí mismo unos escenarios mentales, que diariamente los transmite a miles de personas que lo siguen en sus redes sociales, fundamentando sus argumentos y propuestas en mentiras que asombran a sus mismos funcionarios de gobierno, pero que guardan silencio por temor a represalias.

La mentira es una patología que se manifiesta con el fin de engañar, aparentar, persuadir, distraer situaciones o beneficiarse, ocultando realidades a través de falacias, con el propósito de llamar la atención de los demás y lograr sus propios objetivos falseando la verdad sin importar las consecuencias.

El perfil del mentiroso compulsivo como el caso del presidente Petro, es que no se siente cómodo expresando verdades, pero si se siente bien mintiendo y no necesariamente es que esta patología se manifieste de manera espontánea, más bien él utiliza la mentira para manipular y lograr sus objetivos sin importar las consecuencias, lo que hace que como mentiroso compulsivo realice un esfuerzo permanente para mantener ese cúmulo de farsas que ha construido, obligándolo a montar una y otra invención más con el fin de mantener la atención de los gobernados en torno a lo que dice y propone, creando un círculo vicioso de la mentira, que cada vez se agranda más y más, lo cual hace muy difícil desmontarlo.

El caso del presidente Petro es sumamente grave para el país, pues se trata de la persona irresponsable que orienta y gobierna el destino de 52 millones de colombianos, llenando de ilusiones a muchos de sus seguidores y generando cada vez mas resistencia en sus opositores, dividiendo la nación, ocasionando situaciones de enorme peligro para la sociedad, la economía, la empresa, la banca, la estabilidad laboral, la salud y el desarrollo del país.

Nada más peligroso para una nación que un presidente mitómano compulsivo, porque con el poder que la investidura le otorga crea cortinas de humo para tapar situaciones de gravedad y entonces recurre a otras mentiras para distraer la opinión pública y, por lo general, son innumerables los casos que en estos dos años de gobierno fallido se han visto, donde no solamente ha incumplido lo prometido, sino que muchas de sus propuestas no se han realizado, pero hábilmente el mentiroso compulsivo culpa a sus opositores de su fracaso ubicándose como víctima y abriendo un nuevo debate sobre otra y otra propuesta más, todas carentes de sentido y posibilidades.

Para explicar mejor el comportamiento del mentiroso compulsivo como Petro, no solamente se encuentra ese deseo de obtener lo que se propone, sino que el mitómano suele  mentir sin tener un motivo valido, lo hace por compulsión, colocándolo muchas veces en situaciones burlescas en el panorama nacional e internacional, cuando lo hemos visto contando historias ridículas como la de “expandir el virus de la vida por las estrellas”, de igual manera el eslogan de su mandato: “Colombia potencia mundial de la vida”, cuando existen miles de personas muriendo en La Guajira por falta de agua y otras tantas como en Chocó por hambre, miles de asesinatos a la población civil a manos de sus excompañeros de guerrilla, hoy narcoguerrilleros, también asesinando policías y militares, lideres sociales, secuestrando, extorsionando y todo esto con el silencio e inactividad de su gobierno.

Solo queda decir que es desolador tener un presidente cuya característica principal es el “Arte de mentir”.

arangodiego@hotmail.com