¿Y ahora qué sigue? | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Noviembre de 2016

Como ya lo dijimos, el Gobierno Nacional quemó sus últimos cartuchos el pasado fin de semana intentando llegar a un acuerdo con el CEO de Gas Natural - Fenosa, empresa española con el 83% de las acciones de Electricaribe, Isidre Fainé, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. El Gobierno insistió en la necesidad de una capitalización de la empresa, para que ésta, además de cubrir sus obligaciones vencidas con el mercado eléctrico pudiera también cumplir con su parte del Plan5Caribe, que compromete inversiones del orden de los $1.1 billones en la infraestructura del Sistema de Transmisión Local y las líneas de distribución.

Estas negociaciones se adelantaron en medio de la seguidilla de impagos, que obligaron a XM, como Administrador de la Operación del Sistema Interconectado Nacional a poner en marcha los procesos de “limitación de suministro” del fluido eléctrico al mercado servido por Electricaribe, a la espera de que esta cubriera las garantías. Ello significaba para los 2.5 millones de usuarios de esta empresa soportar tres horas diarias de racionamiento programado, que se vendrían a sumar a los no programados a los que los resignados usuarios ya están acostumbrados. El plazo límite del último de ellos se vencía el miércoles 16 de los corrientes.

Ante la inminencia del racionamiento programado, la Superintendencia se vio compelida a actuar, pues sólo ella está facultada por el artículo 59 la Ley 142 de 1994 y la Resolución 116 de 1998 de la CREG, para interrumpir o suspender el procedimiento de la “limitación de suministro”. Y la única forma de hacerlo era mediante la toma de posesión de Electricaribe  y proceder en consecuencia, como en efecto lo hizo el Superintendente José Miguel Mendoza.

Dos fueron las razones invocadas por la Superintendencia de Servicios Públicos para la toma de posesión: la primera, que Electricaribe  estaba en un “claro riesgo de inviabilidad financiera”. La segunda, tiene que ver con el incumplimiento de parte de Electricaribe  tanto de la Ley 142 de 1994 como de la Ley 143 del mismo año, que establecen claramente que el servicio de energía se debe prestar con eficiencia, calidad y continuidad.

Ahora bien, esta intervención por parte de la Superintendencia  no va a resolver como por ensalmo los problemas de la eficiencia, calidad y continuidad en la prestación del servicio, porque su solución pasa por la corrección del rezago histórico de las inversiones que han debido hacerse en su momento y no se hicieron. De allí la premura con que debe ejecutarse el Plan5Caribe que apunta a la solución del problema estructural.

Por lo pronto, la toma de posesión de Electricaribe nos libra de los racionamientos programados que venían en camino, habida cuenta que ya se tienen pólizas vencidas por valor de $165.905 millones, las cuales serán cubiertas por la nueva administración, apelando a un préstamo por parte del Fondo Empresarial por valor de $120.000 millones, que ya está en trámite para solventarlo.

www.fnd.org.co

*Director ejecutivo de la Federación Nacional de Municipios