"200 Años de Libertad a Puro Tomate" | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Jueves, 9 de Mayo de 2019

UN evento de gran impacto que en Colombia nace por iniciativa del Dr. Heynner Suárez, un reconocido abogado boyacense nacido en Sutamarchán e inspirado en la reconocida tomatina de Buñol (España) desde hace 12 años, es el que se realizará en esa localidad boyacense para festejar el bicentenario de Colombia.

La Gran Tomatina Colombiana, "200 Años de Libertad a Puro Tomate" es una fiesta cultural, recreativa y turística que convoca miles de visitantes que pueden disfrutar de carrozas, comparsas, disfraces, cabalgatas, concursos, ciclopaseo familiar, paseo familiar en moto enduro, verbenas populares, exhibiciones alusivas al tomate juegos pirotécnicos, presentaciones musicales de nuevos artistas de música urbana y tropical y la esperada y divertida batalla de tomates.  

El tomate usado para esta batalla no es apto para el consumo humano, por ser esta la región que más produce y se cultiva esta hortaliza, se genera un gran volumen de desechos, estos se recogen y son los que se utilizan para realizar la tomatina.

Para participar solo se deben  tener ganas, alegría y portar la camiseta con el logo oficial de la corporación Gran Tomatina Colombiana, la cual por ser de color blanco, permite que la mancha roja del tomate resalte más ante la gran multitud de asistentes. Con esto también se puede diferenciar a las personas que desean que se les arroje tomates, de los que solo son espectadores.

Este es un evento que nació  para fortalecer los vínculos de unión entre los cultivadores de tomate, agradecer a la vida y a la naturaleza su generosidad, profundizar en la importancia de la transferencia tecnológica, darle paso a la cultura y las expresiones artísticas regionales y, lo más importante, compartir en un ambiente de alegría y jolgorio.

La batalla de tomates a realizarse el domingo 2 de Junio, actividad principal, es una concentración de gente que espera el aviso de una sirena, para dar  comienzo a un juego muy particular, en el que niños primero y luego adultos, se trenzan en una cordial y divertida batalla de tomate debidamente madurado, en la que cada puñado y cada untada  se convierten en caricias y manifestaciones gozosas de afecto, amistad, cariño o amor, en donde todo el mundo puede participar sin limitaciones de raza, color o estrato, pues la única exigencia es querer divertirse y gozar la vida en este juego integrador, juego que por demás es único en Colombia y que ha logrado convocar a miles de turistas a esta región de ancestros de españoles por su historia y su cultura.