Arrancó el Año de la Familia Amoris Laetitia, convocado por el Papa Francisco con el objetivo de crecer en el amor familiar.

La convocatoria tiene cinco objetivos primordiales, el primero de ellos difundir el contenido de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” para “hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera”.

De igual manera, según la Conferencia Episcopal Colombiana, se busca enfatizar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Asimismo, se considera vital hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar.

A todo lo anterior se suma la necesidad de concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos. Es decir, recalcar la vitalidad de la alianza matrimonial donde cada esposo compromete su propia libertad a favor del bien o del valor personal del otro.

Y, por último, durante este año la Iglesia Católica trabajará profundamente en ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.

En Colombia, en la Solemnidad de San José, desde el Templete Eucarístico de Villavicencio, con la celebración de la eucaristía presidida por monseñor Oscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, se abrió el viernes pasado el Año de la Familia.

Esta celebración anual fue convocada por el Pontífice el 27 de diciembre de 2020 con ocasión del quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, “para madurar los frutos de la Exhortación Apostólica Postsinodal y hacer a la Iglesia más cercana a las familias de todo el mundo, puestas a prueba en este último año por la pandemia”.

El Papa Francisco el pasado domingo en el Ángelus invitó a “dar un impulso pastoral renovado y creativo para poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad”. El Pontífice oró “para que cada familia pueda sentir en su casa la presencia viva de la Sagrada Familia de Nazaret y pidió que llene a las pequeñas comunidades domésticas de amor sincero y generoso, fuente de alegría, incluso en las pruebas y en la dificultad”.

El año comenzó el pasado viernes y finalizará el 26 de junio de 2022 durante el 10º Encuentro mundial de las familias, en Roma.

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