TODOS LOS años en el mes de octubre visitamos numerosas tiendas y almacenes hasta encontrar el disfraz perfecto para Halloween. Nos enfocamos en conseguir los accesorios apropiados para darle vida a personajes tenebrosos, míticos o fantásticos, y para complementar nuestro atuendo, el maquillaje se ha convertido en una pieza fundamental para lucir impactante. Cubrimos la  piel de nuestro rostro con sustancias densas, con mucha fijación, que proporcionen colores fuertes que se mantengan por largas horas.

Posterior a la fiesta, debemos desmaquillarnos… A continuación, tips para que aprenda cómo retirar del rostro el maquillaje excesivo que aplicamos en Halloween, para que después de esta fecha tan esperada, conservemos la piel hidratada, fresca y suave.

Es muy importante tener en cuenta que el proceso de limpieza facial debe hacer parte de nuestra rutina de belleza diaria, y que debemos contar con productos diseñados para favorecer nuestro tipo de piel, pero por la cantidad de maquillaje y pigmentos que aplicamos en Halloween, hemos pensado en una serie de pasos que funcionan para retirar estas sustancias de todo tipo de pieles.

Paso 1: Empiece retirando las pinturas faciales y pigmentos con toallas desmaquillantes.

Inicie removiendo del rostro el 70% de las sustancias aplicadas con toallas desmaquillantes, pues de esta forma podrá eliminar los pigmentos pesados, que con otro tipo de producto, pañuelos, pomos y algodón, no podrá hacer. Para lograrlo, debe poner la toalla directamente sobre el cuello, cara y ojos y deslizarla de manera ascendente con suavidad y sumo cuidado, explorando cada uno de los rincones del rostro.

Paso 2: Elimina los pigmentos de los párpados y demás partes del rostro con una loción limpiadora o crema desmaquillante.

Al ser expuesta a componentes químicos diferentes a los que se usa diariamente, la piel se puede resecar y llegar a lastimar áreas sensibles, en especial el contorno de los ojos, nariz y labios. Por esta razón, se recomienda usar una crema desmaquillante que contenga nutrientes y componentes que humecten y no resequen esta zona.

Para esto, debe aplicar el producto en pestañas y párpados, y retirar el maquillaje haciendo movimientos suaves con un pomo facial o con un algodón. Se recomienda en este paso olvidarse de las toallas desmaquillantes, puesto que desintegra las partículas del producto, haciéndolo menos eficaz en su utilización.

Paso 3: Lave el rostro con una espuma limpiadora.

Las espumas limpiadoras dejan la piel tersa y fresca, y ayudan a eliminar los residuos que no se detectan al realizar los procedimientos anteriores. La espuma facial contiene suaves partículas exfoliantes que ayudan a eliminar las células muertas de la piel, mientras retira las impurezas y el exceso de grasa. Ponga una porción en las manos, masajee suavemente sobra la cara y enjuaga con abundante agua fría. Finalmente, debe secar piel con toques suaves y con una toalla limpia y refrescante.

Paso 4: ¡Humecte la piel y descanse!

Para finalizar la rutina de limpieza, se recomienda hidratar la piel con cremas que contengan extractos naturales, propiedades emolientes, suavizantes y antioxidantes. A continuación encontrará excelentes alternativas para ofrecerle a su rostro un nivel óptimo de hidratación, mejorar su textura, devolverle la luminosidad y suministrarle componentes esenciales para estimular la renovación celular que se lleva a cabo mientras el cuerpo se relaja mediante el descanso mental y físico.